La Patrulla Civil alertó este viernes de un incremento en los intentos de ciberestafa suplantando empresas y entidades locales. Entre las compañías por las que se hacen suceder los delincuentes están Iberdrola, Naturgy o Repsol y una de las entidades que suplantaron fue el Concello de A Mezquita.
De hecho, varios vecinos del municipio recibieron llamadas telefónicas pidiéndoles datos personales haciéndose suceder por trabajadores del Concello. Desde el Consistorio, el corregidor, Rafael Pérez, tuvo que salir al paso para informarles de que no estaban pidiendo ninguna información y advirtiéndoles de que tuviesen cuidado con las estafas.
El “modus operandi” de los delincuentes comienza con una convocatoria telefónica durante la que informan a la víctima de que tiene que satisfacer un suscripción muy elevado y, en caso de no hacerlo, provocará el corte del suministro o el recargo en una tasa municipal.
Mientras discurre la conversación, los delincuentes utilizan datos personales de la potencial víctima que han obtenido previamente en internet con el objetivo de darle credibilidad a la mentira que le cuentan y así conseguir que indique los datos de su polímero para abonar el recibo irresoluto.
Para facilitarlos, las víctimas o adecuadamente lo hacen a viva voz o pinchando en un enlace que les llega por SMS y los direcciona a la web de la empresa, diciéndoles que si lo hacen podrán acogerse a algún tipo de descuento. Toda esta operativa está guiada por la persona que flama y sin cortar la convocatoria.
A tenor de este tipo de estafas, la Patrulla Civil recibió en mayo tres denuncias -en A Rúa, Xinzo de Limia y Ourense- por valencia de 1.600, 2.682 y 1.600 euros respectivamente, haciéndose suceder por Naturgy. En junio, tuvieron otras dos en las que se utilizó a Repsol para estafar 4.200 euros en Lobios y 1.100 euros en Viana do Bobo.
Consejos
Para evitar este tipo de estafas, la Patrulla Civil proporciona una serie de consejos. Entre las recomendaciones están no proporcionar datos económicos por teléfono, colgar la convocatoria y ponerse en contacto con la empresa; tener conciencia que la información publicada en redes sociales es utilizada por los ciberdelincuentes para este tipo de estafas; realizar todos los trámites con empresas y administraciones, siempre a través de los canales tradicionales; si se cae en la estafa, poner el caso en conocimiento de agentes de la Patrulla Civil.
Una de las ciberestafas más llamativas por suplantación de identidad que ocurrió en la provincia este año sucedió en O Carballiño. Una mujer fue víctima de un intento de estafa, pero se dio cuenta a tiempo. En el momento en el que le dijo al delincuente que sabía que era un enredo, este lo reconoció y la amenazó con matar a todos los que viven en su casa si no le daba 30.000 euros. Finalmente, la víctima no pagó y todo, por fortuna, quedó en ausencia.
Este tipo de engaños no solo la sufren los ciudadanos, sino todavía las empresas. Una pyme de O Barco sufrió un ciberataque en el que le robaron 6.000 euros. Para ello, los delincuentes tenían la cuenta de correo y, cuando detectaron la estructura que le interesaba, cambiaron el IBAN de la cuenta corriente y se la enviaron solicitando el suscripción.