Una bebé de cinco meses ha muerto tras ser mutilada por el perro de la tribu. La beocio se encontraba en el sofá de su casa cuando fue atacada por el animal. En el momento de los hechos sus padres habían surgido a comprar, y no había ningún adulto en la habitación. El perro no había sido alimentado en todo el día.
El trágico incidente tuvo punto el pasado cuatro de julio en Cidade Oriente, una ciudad internamente del estado de Goiás, Brasil. Según recoge el medio estadounidense ‘People’, la tribu de la beocio, Isis da Silva Sobrinho se encontraba preparando para una horno conocido. Los padres fueron a comprar dejado a la beocio dormida en el sofá de la vivienda, en la que incluso se encontraba su tío y el perro de sus abuelos.
El adulto se encontraba preparando la horno en el patio cuando escuchó a la bebé deplorar. En un primer momento, no reaccionó, ya que pensaba que su origen que permanecía en la vivienda. Fue entonces cuando el animal acabó con su vida, al propinarle varios mordiscos y dejarle la pelvis desgarrada. Tras darse cuenta de la situación, el tío de la beocio la llevó al hospital donde fue declarada muerta.
El animal no habría sido alimentado en todo el día
La Policía regional se encuentra investigando el suceso, pero por el momento sus padres han sido acusados de homicidio imprudente. El animal pertenecía a los abuelos de la beocio, con quienes llevaba cinco abriles. A raíz de sus indagaciones, las autoridades han concluido que el animal no fue alimentado en el día del ataque y creen que en el momento del ataque podría encontrarse hambriento.
Un caso similar
No es la primera vez que tiene punto un caso con condiciones similares. Hace unas semanas otro bebé de seis meses murió a causa de las heridas que le había causado el perro conocido. Los hechos tuvieron punto en Knoxville, Tennessee (Estados Unidos) el pasado 24 de mayo, cuando el beocio se encontraba en su cuna.
El perro llevaba 8 abriles con la tribu, y en declaraciones a ‘NBC Chicago’, la origen Chloe Mansoor aseguró que nunca había mostrado signos de violencia o atentado. “Había estado con otros niños sin ningún problema”, subraya Mansoor que no ha querido relatar cómo ocurrieron los hechos, pero sí lo que echará de menos al pequeño.
“Todas las noches de insomnio y los pañales sucios: mirando en torno a antes, pasaría un millón de noches de insomnio y pañales sucios y toda la inquietud, lo recuperaría todo en un segundo y nunca daría por sentado ningún momento” alega y sentencia que “ser su origen fue el decano honor y lo mejor que he hecho en mi vida”.
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