El mundo está viviendo una situación de gran inestabilidad que no es ajena a España y, por ende, a Ourense. El intento de invasión de Rusia a Ucrania, el conflicto entre Israel y Palestina, las continuas guerras en Oriente Medio o las crisis económicas y democráticas en América provocan una situación de extrema vulnerabilidad en los ciudadanos de estas regiones. La posibilidad por la que optan muchos de ellos es la de pedir protección internacional en otros países, provocando un meta palomilla del cual Ourense no se escapa. Los datos del Ocupación del Interior muestran que hasta el 31 de mayo de este año hubo en la provincia 802 solicitudes de hospicio, es proponer, una media de más de cinco cada día.
El crecimiento de las demandas de protección internacional es tan robusto que en los cinco primeros meses del año casi hay las mismas peticiones que en todo el 2022. Encima, de continuar con esta tendencia, el año se cerraría con 1.924 solicitudes, 478 más que las 1.446 de 2023 -casi cuatro diarias-, marcando de esta forma un nuevo récord.
Durante los últimos diez primaveras el crecimiento ha sido significativo. Solo hace una término, en 2014, la provincia registró una única petición de hospicio internacional, procedente de Ucrania, pero desde la pandemia de coronavirus las solicitudes superaron el medio millar y con la refriega en Ucrania se dispararon marcando dos primaveras consecutivos el récord y camino del tercero.
La mayoría de las solicitudes provienen de países latinoamericanos, especialmente de Venezuela, conveniente principalmente a la crisis económica, política y social que ya ha provocado que abandonasen este país 7,7 millones de personas, según los datos que proporciona Acnur. De hecho, la mayoría de la población foránea de la provincia proviene de esta región y muchos de ellos resultan secreto en la tarea de repoblar el rural.
El perfil más global de refugiado es el de una persona que tiene entre 18 y 34 primaveras, tanto mujeres como hombres, que cuenta con estudios. Incluso destacan las solicitudes de los que tienen entre 35 y 64 primaveras, aunque a partir de esa tiempo las demandas caen en picado. Encima, la inmensa mayoría realiza la petición en el propio país.
A nivel doméstico, Ourense es la vigesimotercera provincia que más solicitudes de hospicio recibió hasta mayo. La cinta la lidera Madrid con 19.784 peticiones, casi cuatro veces más que las que hubo en Barcelona, que se sitúa segunda con 5.885.
En Galicia, A Coruña ocupa la primera posición con 1.644, seguida de Pontevedra con 940, posteriormente se sitúa Ourense con 802 y Lugo en cuarto espacio con 508 peticiones.
Trámites
El derecho de hospicio está obligado en el artículo 13.4 de la Constitución Española. La condición de refugiado se concede en aquellos casos en los que las autoridades aprecien la existencia de motivos fundados para creer que si regresasen a su país de origen se enfrentarían a un aventura vivo de sufrir alguno de los daños graves previstos en la ley.
Generalmente, los solicitantes de hospicio atraviesan numerosas dificultades para lograr a este status. La solicitud de protección internacional cuenta con cuatro fases: manifestación de la voluntad de solicitar protección internacional, formalización de la solicitud, instrucción de la petición y resolución y notificación. De hecho, España es el país de la Unión Europea (UE) que menos solicitudes de hospicio aprueba, solo un 12% favorables en 2023.
Actualmente, la Oficina de Extranjería de Ourense se encuentra colapsada, siendo la que más tarda de toda Galicia en resolver los expedientes. Durante el pasado mes de mayo, las asociaciones que acogen a inmigrantes en la ciudad denunciaban la dilación con la que se están tramitando dichos expedientes. Incluso el propio Sindicato Unificado de Policías (SUP) reconocía estar investigando una presunta trama que vendía las citas disponibles a estos ciudadanos extranjeros.