La Córdoba romana emerge en un libro como nunca antes fue contada


La primavera cultural concluye en Córdoba con una aviso de pico: la publicación del bulto ‘Córdoba romana: la ciudad oculta’, del catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba Desiderio Vaquerizo Gil. Se alcahuetería de un bulto ilustrado al que no le viene mal el circunstancial de monumental, ya que consta de 544 páginas y de más de 350 ilustraciones, fotografías e infografías que permiten conocer a fondo lo que fue la ciudad.

Con esta obra, que publica la editorial Almuzara, se salda una deuda irresoluto que tenía Córdoba con su pasado romano, ya que, tras los numerosos hallazgos que la ciencia arqueológica deparó en las últimas décadas del XX y en los comienzos del siglo XXI, nunca se había abordado una historial universal y minuciosa que compilase lo que se sabía con antelación y los nuevos conocimientos.

Detrás de la obra está uno de los principales conocedores de todo ese proceso, pues el propio Desiderio Vaquerizo ha sido un personaje fundamental en esta revolución científica que ha permitido en al punto que unas décadas que Córdoba conozca muchísimo más de su pasado romano. La obra se presentará este jueves a partir de las 20.30 en el Auténtico Círculo de la Amistad.

El catedrático de la UCO, en conversación con torrevieja news today, explica que el origen de este vademécum está en sus conversaciones con un amigo personal, el doctor Fernando López Segura. «Él, que es muy diletante a la Historia, me decía que faltaba en Córdoba un vademécum así sobre su época romana y eso fue lo que me animó y me movió a contactar con el editor Manuel Pimentel para estudiar si les interesaba el tesina», explica el autor.

Finalmente, incluso lograron el mecenazgo privado para esta iniciativa del patrón Eugenio Sánchez-Ramade y así fue como se lanzaron a esta publicación monumental que incluye más de 350 imágenes, muchas de ellas nunca vistas hasta ahora.


Expansión del puerto fluvial de Córdoba en la época romana


Arqueología somos todos

Según Vaquerizo, para poder afrontar este trabajo tuvo que renovar sus conocimientos sobre la Córdoba romana, a la que se había dedicado durante décadas pero nunca con el afán globalizador de este tesina, y descifrar asimismo la profuso relación más nuevo, que se extiende por exposición, tesinas y artículos.

«Esta obra es en cierto modo una rendición de cuentas con la ciudad y asimismo una forma de devolverle lo que me ha poliedro», afirma este catedrático que llegó a Córdoba muy muchacha desde su Extremadura procedente y que finalmente se ha convertido en uno de los máximos conocedores de su pasado. Se alcahuetería de un trabajo colectivo en el sentido de que sería inalcanzable un vademécum así sin la faena previa «de tantos arqueólogos e historiadores que con su faena han permitido que exista una pulvínulo para un vademécum de este tipo».


Expansión del entorno natural sobre el que se fundó la Córdoba romana


Arqueología somo todos

El bulto es -y eso a pesar de su extensión- «una síntesis», poliedro que la información contemporáneo sobre el periodo es ingente. Fundamentalmente se centra en el periodo de conformación de la ciudad desde su origen turdetano y en el avance urbanístico que morapio luego con la ciudad romana y con su expansión hasta su momento de esplendor en los primeros siglos de la era cristiana.

Además se alude en el vademécum al periodo de debilitamiento romano o a algunos personajes esenciales como Séneca o el prelado Osio, aunque la centralidad del tesina no está tanto ahí sino en el avance urbanístico de la ciudad en sus primaveras cimeros.

Un esfuerzo distinto se ha realizado en fotografía todos los restos romanos, no sólo los principales monumentos excavados sino asimismo otros espacios que no están a la panorama del divulgado, una faena en la que Vaquerizo ha contado con la colaboración del fotógrafo Rafael Carmona.


Expansión de la muralla romana de Córdoba en época republicana


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Para las infografías, el autor se ha querido de los trabajos que ya se habían realizado en el tesina divulgativo de la Universidad de Córdoba Arqueología somos todos, del que el propio Vaquerizo es uno de los principales impulsores, pero según revela se han actualizado y se han incluido nuevas recreaciones gracias al trabajo de Juan Carlos Prieto, promotor de la aplicación VirTimePlace, con la que ya venía trabajando.

Entre otras, hay nuevas infografías de lugares como el mercado o el puerto fluvial y se documentan restos no sólo del Museo Arqueológico de Córdoba o de diferentes colecciones privadas cordobesas, sino asimismo procedentes de museos de Málaga, del Louvre o de la Gliptoteca de Munich, en la que se encuentra una escultura del emperador Calígula procedente de Córdoba, que Desiderio Vaquerizo califica como uno de los vestigios artísticos de decano calidad de cuantos quedan del periodo imperial.

El historiador explica que la ciudad oculta del título se refiere al hecho de que todavía hoy el pasado romano de la ciudad sea proporcionado desconocido entre sus habitantes. Además influye, como explica Vaquerizo, que se alcahuetería de una ciudad superpuesta, en la que las siguientes civilizaciones fueron construyendo sobre lo previo y reutilizando en muchas ocasiones materiales arquitectónicos previos.


Expansión idealizada del cripta de Puerta Gallegos


Arqueología somos todos

Como objetivo, el catedrático señala que su deseo es que este bulto sirva para revertir en lo posible esa situación y para que los cordobeses se sientan orgullosos de ese pasado y sean conscientes del papel destacado que la Córdoba romana «jugó como una de las principales ciudades de oeste gracias a sus posibles agrarios y a su comercio pero, especialmente, por su interés minero, que fue fundamental para su avance».

El anhelo de Vaquerizo es que «ojalá nos sintamos más romanos», en el sentido de que se entienda el valía de este periodo y de la condición de conseguir que esos vestigios se conserven y se eviten procesos de destrucción como los que del pasado.


Retrato de Livia Rusilla, del siglo I, antitético en la calle Gracia de Saavedra


M. Pijuán

«Entre destruirlo todo y conservarlo todo debe de existir un punto medio de seguridad», recuerda el autor, que siempre ha defendido una conservación adecuada y ajena tanto al descuido que sufren hoy espacios como el Anfiteatro del Rectorado o Cercadilla como a la adulteración de otros monumentos.

Este vademécum es el recopilación de la historia de la Córdoba romana en sus primaveras más esperanzadores y dinámicos, pero asimismo un compendio de la faena de concienciación que Vaquerizo realiza desde hace décadas, y con gusto de clásico perenne.

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