‘Que corra la vida’ fue el consigna de la marcha sobre concienciación y prevención sobre el cáncer de próstata que este martes se celebró en la Fundación Cajasol, organizada por el hospital Reina Sofía y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), y con la colaboración del Distrito Córdoba Guadalquivir y la Asociación Española Contra el Cáncer.
Los objetivos del conferencia fueron hacer obtener a la sociedad la importancia del diagnosis precoz, poner en valía el trabajo en equipo, multidisciplinar e interniveles presente en el asalto de la patología y explicar las líneas de investigación que se desarrollan.
En la marcha, moderada por la comunicadora Ana Espino, participaron el urólogo Enrique Gómez, la oncóloga radioterápica Sonia García, la oncóloga médica María José Méndez y el investigador Raúl Luque, adicionalmente de Carmen Fernández, psicooncóloga de la Asociación contra el Cáncer.
La incidencia de este tumor está por encima del centenar de casos por cada 100.000 habitantes, afecta a hombres a partir de los 50 abriles y se sitúa como el más frecuente entre los tumores de víscera sólido en el hombre. En los últimos abriles se han transmitido importantes avances en su diagnosis y tratamiento.
Esto motiva que su asalto sea cada vez más engorroso y que se requiera de un conjunto de especialistas en diferentes áreas para que el paciente reciba la atención más adecuada, que incluye a Atención Primaria, Urología, Radiología, Oncología Médica y Radioterápica, Medicina Nuclear y Organismo Patológica.
La oncóloga radioterápica Sonia García aseguró que «este enfoque multidisciplinar es fundamental para ofrecer un tratamiento eficaz, personalizado y centrado en el paciente. La colaboración entre especialistas progreso los resultados clínicos y la calidad de vida, asegurando que se tienen en cuenta todos los aspectos».
Evidencias
El urólogo Enrique Gómez señaló que, a pesar de tratarse de un tumor de lenta desarrollo y un porcentaje de curación muy elevado en la mayoría de los casos, «sigue siendo una de las principales causas de crimen por cáncer en el hombre».
Aunque no existen políticas sanitarias establecidas como ocurre en los cánceres de mama o de colon, «las nuevas evidencias y los avances en el diagnosis ponen sobre la mesa la propuesta de establecer políticas reales de diagnosis precoz sistemático».
En este sentido, se desarrollan nuevos estudios que aportan evidencia y ayudarán a cambiar la maña clínica. «Es el caso del experimentación Prime, y otros como Providence, que estudian el impacto de la inteligencia fabricado en predecir mejor el pronóstico de la enfermedad», según el urólogo.
Cada vez es veterano el número de pacientes con cáncer de próstata que se puede incluir en ensayos clínicos. La doctora Méndez explicó que «en los últimos abriles, hemos asistido a un importantísimo avance de los tratamientos sistémicos contra la enfermedad avanzadilla. Se están desarrollando nuevas terapias dirigidas a mutaciones concretas de algunos tumores, radiofármacos que actúan de forma selectiva sobre las células tumorales, así como agentes inmunoterápicos».
Raúl Luque, investigador del Imibic, habló de los proyectos en los que su equipo ha estado trabajando en los últimos abriles financiados por el Instituto de Lozanía Carlos III y el Ocupación de Ciencia e Innovación centrados en la asociación patológica entre la obesidad y el cáncer de próstata.