¿Es posible una regeneración democrática en medio del hábitat de crispación y dudosas maneras, a veces, que se respira en el Congreso? Lo cierto es que hoy la sesión de control al Gobierno se ha sentido un poco más sosegada que las últimas. Los ‘rifirrafes’ que nutren el menú diario del debate político han mantenido un tono tranquilo, eso sí, allá todavía del buen rollito que unos y otros se llenan la boca para pedir. Alberto Núñez Feijóo abrió la excursión con la próximo pregunta: “¿Señor Sánchez, en qué punto de su novedoso plan de regeneración democrática viene que un ministro se mofe de desaparecidos, llame drogadicto a un extranjero, o saco de basura, por decirlo de forma suave, a un ciudadano?”.
No entró al trapo el presidente y sin hacer ninguna sugerencia a Óscar Puente y a sus constantes expectativas de tiesto en las redes sociales procedió devolver la piedra al tejado del líder de la examen metiendo en el debate a José María Aznar o Isabel Díaz Ayuso: “¿España es una democracia plena? Sí, lo es. Pero, efectivamente, todos los rankings nos llevan y asimismo los informes, por ejemplo el anual de la CE, a ponernos un pero y ese pero es del retiro que ustedes están haciendo al CGPJ y su renovación tal y como mandata la Constitución española. La pregunta es sencilla, cada vez que hay opción de entendernos Gobierno y examen aparecen sus jefes, Aznar, Ayuso y le dicen ni se le ocurra. ¿Qué Feijóo tendremos hoy? ¿Vamos a tener el Feijóo que por una vez cumple la Constitución o como siempre va a cumplir con sus jefes?
Turno de réplica para Feijóo que tras esta intervención consiguió una cerrada ovación de su bancada. “Con todo respeto, su principal problema no es con el CGPJ, su principal problema es con la rectitud. Ya hemos manido que para usted lo importante nunca es el qué sino el quién. Si cualquiera está en su tapia puede insultar, calumniar, injuriar y corromperse, pero no, si un ministro insulta, difama y calumnia lo que tiene que hacer es dimitir o sino cesarle” reprochó a Sánchez para meter un nuevo nombre en la interpelación. “Si hay indicios de que un político o casero del presidente ha cometido delitos de corrupción o tráfico de influencias lo que tiene es que sentarse en el banquillo de los jueces. Seamos serios, señor Sánchez, un Fiscal Universal del Estado al borde de la imputación ¿para usted eso es regeneración democrática?; romper en dos el Consejo Fiscal y obligarles a llevar a cabo contra su conciencia ¿es regeneración democrática?; usar una ley europea para proteger la independencia de prensa y usted querer colarla para intentar discriminar la independencia de prensa ¿es regeneración democrática?; desmentir las explicaciones a los españoles por imputación de su entorno ¿es regeneración democrática?” para concluir con la próximo aseveración: “Un plan de regeneración democrática de Sánchez es como un manual de buenas maneras del ministro Puente. Usted ya empieza a ser incompatible con la regeneración” espetó Feijóo para ocurrir a rememorar el plan de 60 medidas que él mismo envió a Moncloa hace primaveras.
Uno y otro líderes traían la índice de los ‘y tú más’ preparada y Sánchez no perdió su oportunidad para echar en cara lo que el PP hace en sus comunidades. “Yo entiendo que se le haga larga la reunión e imagino que se aburrirá de escucharse a sí mismo. Pero este Gobierno va a afrontar esa regeneración democrática y vamos a contrastar con las cosas que ustedes hacen allí donde gobiernan, señoría”, añadió en sugerencia a la aniquilación de la oficina de lucha contra la corrupción en Baleares, los cambios legislativos para “controlar” el Consejo de Transparencia y la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid o la derogación de leyes de memoria democrática. Por final, con la renovación del CGPJ en el trasfondo del debate político, Sánchez mandó un aviso a Feijóo. “Vamos a certificar que se cumpla la Constitución Española. Con ustedes o sin ustedes”.
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