El rey Felipe VI reafirmó su compromiso con la Constitución en el control de sus responsabilidades, así como la coherencia que guió y seguirá guiando todos sus actos, pese al “coste personal” de los mismos, en el décimo aniversario de su proclamación. Con motivo de la condecoración a 19 españoles por sus servicios públicos con la Orden del Mérito Civil, don Felipe quiso hacer un “cálculo con serenidad y perspectiva” de estos primeros diez abriles de reinado.
En su primer discurso como rey frente a las Cortes aquel 19 de junio de 2014, recordó, compartió con todos los españoles su “compromiso firme de total entrega a España, fundamentado en el texto constitucional”. “A la Constitución y a sus títulos me he ceñido, y me ceñiré siempre, en el cumplimiento de mis responsabilidades”, recalcó, asegurando que le sirven de “práctico” en el control de sus funciones y que reflejan “el compromiso de un rey constitucional, que trasciende la exigencia del deber”.
“Hoy me reafirmo con entusiasmo y determinación en aquel compromiso que ha permeado cada semblante y cada palabra en la período transcurrida”, señaló Don Felipe, que precisó que en este tiempo procuró que este propósito se consolidara en sus actuaciones como dirigente de Estado.
“Siempre he creído en la importancia de ser coherente con los compromisos asumidos”, prosiguió el monarca, que defendió que “esa talante es la pulvínulo de la integridad e implica ser fieles a nuestros principios y títulos en todas nuestras decisiones y actos”.
Implica además, admitió el rey, “esforzarse en escuchar, en discernir lo que es correcto de lo que no lo es, y en comportarse de forma responsable con ese discernimiento, asumiendo incluso el coste personal que ello pueda conllevar”.
Preservar la corona
Con estas palabras, Felipe VI quiso referirse a las medidas que se vio obligado a adoptar en estos diez abriles para preservar la imagen de la Corona y que le obligaron primero a romper con su hermana la infanta Cristina, a quien retiró el título de duquesa de Palma, y luego a distanciarse de su padre, Juan Carlos I, a cuya herencia renunció y a quien retiró su asignación en marzo de 2020, meses antaño de que trasladara a Emiratos Árabes Unidos. “Coherencia e integridad son los criterios sobre los que deben fundarse siempre los actos de la Corona y el control de las funciones que la Constitución le encomienda a la Mando del Estado”, defendió el rey.
Por otra parte, el rey quiso tener unas palabras de elogio con destino a doña Letizia, a quien agradeció su “gran apoyo” en estos abriles. “Con voluntad, dedicación y sensibilidad, su actividad institucional ha contribuido enormemente a dar visibilidad y atención a las evacuación de las personas, especialmente las más vulnerables”, resaltó. Felipe VI además quiso mencionar a sus hijas y su “creciente apoyo”. La princesa Leonor y la infanta Sofía, dijo el rey, “han empezado a estar y comprender, con necesario espíritu crítico y afán de educación”, al igual que los jóvenes de su vivientes, “las realidades de nuestra vida colectiva y las complejas dinámicas del mundo”.