Mazón, la burocracia y el dragón


Mientras un valenciano está paseando por el desierto de Las Palmas en su Comunidad encuentra una antigua mancha. Recordando la historia de Aladino se puso a frotarla mientras sonreía. De la lampara apareció un inteligencia que agradecido por librarle del cautiverio le concedió un deseo.

El valenciano, tras pensar un buen rato y dudar entre el beneficio popular o el propio, se decidió por el primero y le dijo: «Buen inteligencia, los valencianos sufrimos desde hace muchos primaveras de una pésima financiación del estado central que condena la atención, sanitaria, educativa y los servicios sociales de nuestra población. Ese maniquí de financiación lo definió el socialista José Luis Rodríguez Zapatero y no fue modificado por el popular Mariano Rajoy. Ahora parece que el socialista Pedro Sánchez solo lo quiere cambiar para cuidar a los independentistas catalanes y de paso conseguir los apoyos necesarios para seguir manteniéndose en el poder.»

El inteligencia tras dudar unos segundos y mostrar un semblante serio, le contestó: «Eso que me pides es impracticable. Los intereses de unas comunidades chocan con las de otras, y a todo esto le sumamos el chantaje de los catalanes que puede gestar cierta crisis institucional».

El valenciano suspiró y viendo el escaso poder del inteligencia, lanzó otro deseo; «Buen inteligencia, había pedido poco acordado y por el admisiblemente popular, te pido ahora poco que me corroe las entrañas y me está poniendo muy nervioso. Quiero que me des una cita para poder suceder la ITV en nuestra Comunidad. La de mi coche está a punto de vencer y no quiero tener problemas con multas o con el seguro del coche».

El inteligencia no dudó un segundo en contestar: «bueno, ¿qué prefieres para la Comunidad Valenciana, una financiación estilo el cupo vasco o como la que piden los catalanes ahora?».

En ocasiones es mejor tomarse los problemas del día a día con cierto sentido del humor, a pesar de lo que nos generan o pueden gestar. Ha sido muy sugerente esa cruzada puyazo por el presidente Carlos Mazón contra la burocracia, contra ese dragón que dificulta la realización de los más diversos trámites administrativos que los valencianos debemos realizar en nuestra Comunidad. Ese tipo de campañas lo llevan prometiendo presidente tras presidente desde que Mariano José de Larra escribió aquello de «vuelva usted mañana».

La dirección de las ITV era una piedra de toque arreglado para probar ese afán de lucha contra el dragón lento. Es cierto que tenía la dificultad de que la planificación de la reversión del servicio por parte del tripartito de izquierdas se había escaso a una hoja donde estaba escrito «la dirección pública es siempre mejor que la dirección privada, y por otra parte esta última solo la defienden los de la fachosfera».

Pero ha pasado un año ya desde que los populares se han hecho con el gobierno y el sistema de dirección de las ITV sigue generando un quebradero de comienzo importante a los valencianos, incapaces no de conseguir una cita que les venga admisiblemente de acuerdo a su disponibilidad horaria, sino simplemente una cita. Recientemente, desde la Generalitat se ha publicado una proposición para contratar el personal necesario y anuncian que probablemente el sistema informático se mejorará en los próximos meses.

Yo puedo entender al conseller de sanidad, Marciano Gómez, en la dificultad de poder contratar personal váter para dar mejor atención en el servicio valenciano de salubridad. Más todavía, dada la incompetencia demostrada día tras día por la ministra de sanidad en sus gestiones con los MIR o la homologación de títulos extranjeros.

Pero lo que no puedo entender es que un servicio tan rentable, y del que somos cautivos los conductores españoles, siga gestionándose de la forma que se está haciendo. Creo que no es tan difícil contratar personal para las estaciones de ITV como la del personal váter. Quizás, muchos de los conselleres que ahora viajan en coche oficial han olvidado eso de que cada año o dos hay que pasarse un par de horitas bajo el sol tratando de obtener la pegatina que nos permita seguir circulando con nuestro transporte un tiempo más.

Me consta que es sincera la preocupación del presidente Mazón de finalizar con esa burocracia. Me permito recomendarle que en el próximo pleno del Consell les pida a sus conselleres que, a modo de prueba, traten de conseguir una cita para la ITV por internet o que algún cámara les conteste vía telefónica. Espero que no les pase como a más de uno, que de forma presencial les han recomendado ir a suceder la ITV a algunas de las estaciones de nuestros vecinos de Murcia. Tras diez minutos de intentos infructuosos les podría asegurar a los que corresponda, que calma que en el próximo pleno del Consell no quiere ver el mismo resultado. Y es que para alcanzar grandes retos es necesario estar preparado para exceder los más pequeños o «para derrotar al dragón, antaño hay que ser capaz de vencer al lobo».

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