Tras casi dos meses desaparecida, la Policía investigó su entorno y encontró un claro sospechoso: Miguel, de 78 años, que ya había matado a un vecino saharaui en 1997.
El cuerpo fue encontrado en 27 de agosto pasado en un lugar remoto y de difícil acceso, dentro de un pozo, cubierto de piedras y con siete metros de profundidad. Especialistas de la Unidad de Subsuelo de la Policía Nacional tuvieron que ser movilizados para
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