A sus 80 años, y tras una larga trayectoria profesional, Celso Piedad Estévez se centra en su Torneiros natal para sentar las bases de un nuevo proyecto social y cultural que permita mejorar la calidad de vida de sus residentes, atraiga mejoras en el ámbito laboral y también en el “bello” para los turistas que visitan el territorio cada año.
cuatro son los pilares sobre los que se sustenta esta fundación: personas, patrimonio, flora y fauna. “Queremos que la gente que vive aquí mejore su calidad de vida, también la que viene a disfrutar de estos tesoros escondidos que tenemos y, por supuesto, mejorar el territorio para las generaciones futuras. “No destruir”, resumió Celso Piedad Estévez, quien entiende que la fundación debe ser una herramienta que canalice hacia la administración aquellas demandas y necesidades, como las relacionadas con servicios básicos, mejoras en la red viaria o cuestiones térmicas, pero también esa podría ser la clave de iniciativas sociales o vecinales. “Limpiar las piedras, cambiar los colchones por cierres, trabajar la tierra para evitar esa imagen de abandono… Hacer las cosas para que la gente viva a un nivel superior”, enfatizó, centrándose también en elevar el nivel cultural. Una de sus primeras acciones será la creación de una marca -Riocaldo- que visibilice la riqueza ambiental y patrimonial de este valle que los romanos atravesaron hace 2.000 años.
Después la primera reunión pública celebrada en la sede del parque de Lobios, y que el promotor calificó como muy positivo, se abre ahora un periodo para sumar apoyos locales y de fuera de la parroquia, para crear una base social fuerte que permita desarrollar acciones en el territorio. “Queremos que en la fundación participen los vecinos de esta parroquia, pero también todos los que queremos a Xurés”, afirmó Piedad Estévez.
Asistentes a la presentación Valoraron positivamente la creación de esta entidad que, entienden, puede servir como vía complementaria para la ejecución de proyectos y también como diálogo con la administración y organismos de acción en el territorio y en el que apenas tienen voz. Sobre este punto, Celso Piedad Estévez abrió un paréntesis para trasladar un mensaje a la administración: “No podemos gestionar el territorio como hace 30 o 50 años, porque todo ha cambiado”, dijo, para luego pedir más celeridad en los trámites burocráticos. . . “No se puede alentar a los empresarios a invertir o a los jóvenes a emprender negocios y luego eternizar las respuestas”, afirmó.