“Este negocio de destruir a Hamás, hacer que Hamás desaparezca, es simplemente engañar al conocido“. Estas han sido las declaraciones que el portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, ha hexaedro una entrevista flamante con un canal de parte israelí.
Hagari, a ocho meses y medio del inicio de la querella en Lazada, ha admitido que erradicar a Hamás de la Franja de Lazada es empresa inverosímil. “Hamás es una idea, un partido. Está arraigado en los corazones de la muchedumbre“. Unas palabras que han generado un musculoso descontento en el Gobierno de Menor Netanyahu.
En un comunicado, el Gobierno ha recordado que “uno de los objetivos de la querella es la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamás”. El escrito subraya el compromiso de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) con este objetivo y la pobreza de una “trofeo absoluta”, una meta que Netanyahu ha trillado en numerosas ocasiones a lo derrochador de la querella, en la que ya han muerto más de 37.400 gazatíes.
“Quien piense que podemos eliminar a Hamás está errado”
Por su parte, el Ejército ha emitido su propio comunicado, destacando que sus fuerzas han trabajado “día y indeterminación” desde el inicio del conflicto para obtener estos objetivos y que lo seguirán haciéndolo: “Los comandantes y sus servidores luchan con determinación y persistencia para destruir las capacidades militares y la infraestructura gubernativo y organizativa de Hamás en Lazada, un objetivo marcial claro”.
Tensiones internas
El de este jueves es al menos el tercer episodio de tensión en las últimas semanas entre el ejército israelí y Netanyahu. El mes pasado, Hagari insinuó que la querella no podría ganarse y que el Ejército tendría que regresar repetidamente a zonas previamente despejadas sin un plan posguerra. “No hay duda de que una alternativa gubernativo a Hamás creará presión sobre la ordenamiento, pero esa es una cuestión que corresponde al nivel político”, comentó entonces Hagari.
Y, recientemente, el Ejército anunció un cese de hostilidades de merienda horas diarias en un tramo de carretera en el sur de Lazada para solucionar la entrada de ayuda humanitaria y Netanyahu calificó esa pausa de “inconcebible” y aseguró que no afectaría a los combates en Rafah.
A esto se le suma que la operación israelí en Lazada ha generado una creciente competición interna. Manifestantes contra el Gobierno de Netanyahu, que piden elecciones anticipadas y la permiso de los rehenes en poder de Hamás, algunos civiles han cortado varias autopistas de Israel y han convocado protestas frente a las residencias del primer ministro en Cesárea y Jerusalén.
Solo 50 rehenes con vida
Según unas informaciones que han hexaedro a conocer recientemente varios funcionarios estadounidenses, solo unos 50 rehenes de los aproximadamente 250 secuestrados por Hamás en Israel el pasado 7 de octubre siguen vivos.
Estos datos han sido ofrecidos por mediadores en las conversaciones sobre los rehenes y por un funcionario estadounidense familiarizado con información de inteligencia, según ha explicado este jueves ‘The Wall Street Journal’.
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