Los sindicatos de los funcionarios de la prisión provincial de Bomba, ubicada en el término municipal de Albolote, han escrito una carta a la Subdelegación del Gobierno en la que denuncian la «situación insostenible» que padecen casi a diario casi en la puerta del perímetro. Los familiares de los presos que quedan en emancipación organizan auténticas fiestas con bebida, petardos, cohetes, música…
Esas fiestas «se están convirtiendo en auténticos botellones» y no faltan las peleas, amenazas y discusiones entre familiares, un problema que se debe, según exponen, a que la de Bomba es la única prisión que, por su estructura, «carece de un puesto de barrera desde donde se controle el paso de personas y vehículos autorizados a entrar» en el perímetro.
«La situación es insostenible, ya que cada día acceden independientemente al no suceder control de ningún tipo hasta el aparcamiento de familiares y la entrada del centro habitual y amigos de internos, para celebrar fiestas de bienvenida a los internos e internas que salen de emancipación o permiso«. Y en esas fiestas, aseguran, hay de todo. Hasta se ha contrario una bala en los aseos de los visitantes.
Los siete sindicatos que firman la carta alertan de que existe un peligro añadido: «El momento de la salida de internos del centro es fototipia con móviles, por lo que el personal penitenciario corre el aventura de ser fototipia en el desempeño de su puesto de trabajo y terminar en redes sociales«.
La dirección del centro, afirman, ya ha sido advertida varias veces del problema «pero argumenta que la vigilancia de los aparcamientos de los familiares corresponde a la Centinela Civil». El tesina de construcción de una barrera y una letrina para controlar el paso «está ratificado» y sólo desidia que la Secretaría Normal de Instituciones Penitenciarias «dote de un presupuesto para ejecutarlo», recuerdan.