Las orquídeas, esas damas de la inscripción sociedad del mundo floral, cautivan con su belleza etérea y sus formas caprichosas. Sin incautación, su éxito de divas caprichosas suele intimidar a los aficionados a la cultivo. Cierto es que cultivar estas flores exóticas en casa puede complicarse si se desconocen sus cuidados, pero una vez que somos conscientes de sus deyección, no tiene dificultad. De hecho, con un poco de conocimiento y algunos trucos caseros, puedes convertirte en el floricultor consumado para tus orquídeas. Uno de esos trucos ancestrales, que ha pasado de procreación en procreación entre jardineros experimentados, es el uso de un ingrediente de cocina que muchos desechan por desconocimiento.
Allí de ser un simple residuo para desechar, este ingrediente de cocina portero en su interior un riquezas invaluable para las orquídeas: el calcio. Este mineral, esencial para el crecimiento y incremento de estas plantas, juega un papel crucial en el fortalecimiento de sus tallos, la prevención de la pudrición apical y, lo más importante para los amantes de la belleza floral, la promoción de una floración exuberante y duradera. Hablamos de la cáscara de huevo
Para liberar el poder oculto de las cáscaras de huevo y llevarlo a tus orquídeas, solo necesitas seguir estos sencillos pasos:
- Casa recoleta y virginidad: Conserva las cáscaras de huevos frescos, asegurándote de que estén libres de cualquier resto de comida o brote. Lávalas acertadamente con agua para eliminar cualquier impureza que pueda afectar el proceso posterior.
- Secado al sol o al horno: Una vez limpias, extiende las cáscaras sobre una bandeja o rejilla y déjalas apergaminarse completamente al sol. Si el clima no lo permite, puedes secarlas en el horno a desvaloración temperatura durante unos minutos. Asegúrate de que no queden restos de humedad, ya que esto podría afectar la calidad del polvo final.
- Molienda fina: Cuando las cáscaras estén completamente secas, ha llegado el momento de convertirlas en un polvo fino. Puedes utilizar un mortero, una licuadora o incluso un molinillo de café para obtener una textura uniforme. Cuanto más fino sea el polvo, mejor se absorberá y liberará el calcio en el sustrato de las orquídeas.
- Incorporando el calcio a tus orquídeas: Dos métodos efectivos
Existen dos métodos principales para aplicar el polvo de cáscara de huevo a tus orquídeas y disfrutar al mayor sus beneficios:
- Fertilizante limpio: Mezcla una cucharada de polvo de cáscara de huevo con un litro de agua de riego. Remueve acertadamente la mezcla hasta que el polvo se disuelva completamente. Utiliza esta decisión para regar tus orquídeas una vez al mes, siguiendo tu rutina habitual de riego.
- Aplicación directa: Espolvorea el polvo de cáscara de huevo seco sobre la superficie del sustrato de la orquídea. El calcio se liberará gradualmente con el tiempo, nutriendo las raíces de la planta de forma sostenida.
Recomendaciones
No abuses de la aplicación. Una vez al mes es suficiente para aportar la cantidad necesaria de calcio sin pasar el aventura de sobrecargar las plantas.
Puedes combinar el polvo de cáscara de huevo con tu fertilizante regular para orquídeas para obtener un aporte completo de nutrientes. Sin incautación, reduce la dosis de fertilizante habitual para evitar una sobrecarga de nutrientes.
Observa de cerca tus orquídeas a posteriori de aplicar el polvo de cáscara de huevo. Si detectas manchas amarillas en las hojas, es posible que se esté produciendo un exceso de calcio. En ese caso, reduce la frecuencia de aplicación o suspende temporalmente su uso.