Agentes de la Guarda Civil han investigado a un hombre de 35 abriles que acudió conduciendo un coche al examen que iba a hacer para recuperar el permiso de conducción, que lo había perdido por puntos un tiempo ayer.
Todo ocurrió el pasado 12 de junio en Alicante. Un clase de especialistas del Montón de Investigación y Exploración del Tráfico del Subsector de Tráfico de la Guarda Civil de Alicante hicieron una revisión en los exámenes que se iban a realizar en la Dominio Provincial de Tráfico de la ciudad. Así lo han comunicado fuentes de la Guardia Civil a la agencia de telediario Europa Press.
Llegó conduciendo el turismo “de forma errática”
En uno de las controles que los agentes estaban haciendo en los accesos a las instalaciones, observaron poco que les llamó mucho la atención. Vieron que un turismo circulaba “de forma errática“. Así, procedieron a identificarlo: el individuo que lo conocía era un hombre de 35 abriles, de procedencia española. Iba acompañado por su mujer, su hijo último de etapa y un amigo.
Tras revisar los datos que aparecían del individuo en la colchoneta de la Dirección Genérico de Tráfico, comprobaron que el conductor tenía el permiso de conducir caducado. Se le había colocado su retirada previamente por perder la totalidad de los puntos.
Podría enfrentarse a una pena de prisión de 3 a 6 meses
Ese mismo día en el que le identificaron los agentes, el mismo estaba inscrito para hacer el examen de Reeducación y Sensibilización Viario con la intención de recuperar el permiso. Por todo ello, el hombre fue investigado por los agentes y lo comunicaron al Tribunal de Instrucción de Guarda de Alicante.
Estos hechos podrían ser constitutivos de un delito que conllevaría una pena de gayola de tres a seis meses, o una multa de doce a 24 meses así como a la realización de trabajos en beneficio de la comunidad en un plazo de 31 a 90 días.
Dos individuos utilizaron dispositivos de intercomunicación en esos exámenes
No fue la única ‘sorpresa’ que se llevaron los agentes durante la supervisión de estos exámenes de conducir. Igualmente, constataron que dos ciudadanos de origen indio habían usado varios dispositivos de intercomunicación y dos teléfonos móviles durante las pruebas.
Los guardias civiles intervinieron los dispositivos y denunciaron a los individuos bajo la Ley de Seguridad Viario, que castiga a aquellos que empleen dispositivos de intercomunicación no autorizados de forma reglamentaria en los exámenes para la extracción y recuperación de permisos, así como en otras autorizaciones administrativas para conducir.
Supondría una infracción muy enfermo, que conllevaría una penalidad de unos 500 euros de multa y la imposibilidad de examinarse nuevamente durante uno periodo de seis meses.
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