El magistratura de lo contencioso-administrativo número 24 de Madrid ha emitido un automóvil por el que avala la construcción del centro de menores inmigrantes no acompañados de La Cantueña, en Fuenlabrada, frente a la orden de paralización y precinto de las obras que emitió el Consistorio de la ciudad. Estima en su escrito el togado que el interés caudillo de la Comunidad prima en este caso, frente al del municipio, por el «contexto de presión migratoria en incremento y de posibles desbordados». Y concluye que pueden continuar las obras.
En el automóvil, al que tuvo golpe torrevieja news today, se señala que el togado ha ponderado los dos tipos de intereses generales en conflicto, el regional y el municipal, y considera que deben entenderse como «prevalentes» los de la Comunidad de Madrid, «que se identifican con la puesta en marcha de un centro de primera acogida para menores extranjeros no acompañados en un contexto de presión migratoria en incremento y de posibles desbordados, sobre los del Consistorio de Fuenlabrada, que se identifican con la preservación de la legislatura urbanística municipal».
El corregidor de Fuenlabrada, el socialista Javier Ayala, ha estado desde que se anunció este tesina en contra del mismo, porque considera que no fueron consultados ni informados sobre el asunto por la Comunidad, porque se va a instalar el centro sobre un edificio cedido por el Consistorio a la Comunidad para usos diferentes de los que ahora se quieren dar allí, y porque le parece un macrocentro que no reune las condiciones adecuadas para la atención a estos menores inmigrantes. Propone en su punto una reunión de la Asociación Madrileña de Municipios para repartir a estos menores por distintos municipios de la región. Y mientras, emitió un decreto de suspensión de las obras con paralización inmediata de las mismas. Llegó a expedir a la Policía Almacén a precintar el espacio.
En ese momento, el Gobierno regional solicitó al togado la medida cautelarísima de rebelión del precinto, cosa que le concedió. Y ahora, en el automóvil entra al fondo del debate entre ambas administraciones, señalando que «la suspensión del decreto de paralización y precintado de las obras no causa perjuicio para el interés caudillo» porque «en el edificio sito en el Cerro de La Cantueña no se lleva a mango actividad alguna desde hace décadas, presentando un estado de trastorno universal que en este momento impide que pueda ser utilizado para cualquier fin».
Añade encima el automóvil que «no existe ningún uso manifiesto del espacio que se pueda ver comprometido por el acometimiento de las obras. Por el contrario, la continuidad de las obras se juzga beneficiosa para el interés caudillo, entregado que permitirá proporcionar auxilio básica esencial a unos menores en situación de desamparo material».
Por otra parte, «en el hipotético caso de que se determine que la propiedad del espacio debe revertir al Consistorio de Fuenlabrada», cuando se vea el procedimiento de reversión de la concesión que ha puesto en marcha el Consistorio fuenlabreño, «éste recibiría un inmueble remodelado y en condiciones de utilización considerablemente mejores que las que ahora presenta».
En su conclusión, la Rectitud señala que «acreditado el aventura de que la ejecución del acto recurrido pudiera hacer perder su finalidad legítima al procedimiento por las razones de emergencia de la construcción, que se consideran justificadas; existiendo posibles perjuicios de muy difícil reparación representados en la desprotección de los menores que puedan aparecer a la Comunidad de Madrid en los próximos meses adentro de un contexto de intensificación de presión migratoria y desidia de posibles; y no concurriendo nociones por los que quepa apreciar que la continuidad de la construcción represente un peligro para el interés caudillo, entregado el estado flagrante de trastorno y desuso del edificio y la auténtico cobertura urbanística con que cuenta en este momento, el interés del Consistorio de Fuenlabrada en ejecutar la paralización de aquellas obras debe ceder en ayuda del interés de la Comunidad en su continuación».