Los vecinos de la pinacoteca denuncian los excesivos decibelios de estos aparatos y se quejan de tres años de dolores de cabeza y falta de sueño.
Cuando el Museo Nacional Reina Sofá cierra sus puertas a las 21 horas, sus pasillos y salas permanecen en completo silencio. Ya no hay guías explicando la historia de Guernica, ni amantes del arte comentando las colecciones, ni niños contemplando las obras con su mirada inquieta.
Mientras tanto, al otro lado de sus muros sucede todo lo contrario. El mutismo no existe. Por la noche, las torres de enfriamiento de la galería de arte no descansan y cuando el museo duerme, el vecinos de cinco comunidades vecinas Comienzan con una pesadilla que ya dura tres años. Su ruido no nos deja dormir. El sonido que generan resuena en los patios y ni siquiera con las ventanas cerradas y las persianas bajadas dejamos de escucharlo, dice una afectada.
Esta situación no sólo está provocando falta de sueño en los vecinos, sino también problemas de salud. Estaban teniendo graves consecuencias físicas y psicológicas. No descansamos, estamos irritables. Incluso con tapones para los oídos y auriculares con cancelación de ruido lo escuchamos. “Estoy abrumada”, añade. La situación es tan desesperada para los vecinos que muchos están tomando medicamentos y han pensado en vender y abandonar sus casas.
En 2020, varios de ellos tomaron la iniciativa de llamar y enviar denuncias a la pinacoteca a través de su página web y a todas las direcciones de correo electrónico que figuran en ella, pero aseguran que los responsables no les hacen caso. la respuesta es siempre la misma. Nos dicen que las pinturas tienen que estar a 24 grados para su conservación. y que, por tanto, las torres de refrigeración tienen que estar en continuo funcionamiento, explica la vecina.
El Museo Nacional Reina Sofía asegura que siempre ha tenido buena disposición para solucionar el problema y seguirá haciéndolo. Estamos colaborando con el Ayuntamiento y la Policía para buscar una solución. Además, añaden que hace tres años se solucionó un problema de ruido con una bombilla y que, en este momento, se está abordando un segundo expediente a la espera de su resolución.
Los vecinos afectados confirman esta corrección de 2020 pero insisten en que, desde entonces, el ruido empezó a escucharse de otra fuente. Esto los llevó aún más a la desesperación y a retomar el envío de escritos al museo e incluso a informar de la situación al Ayuntamiento de Madrid. Seguimos con la contaminación acústica por exceso de decibelios y, a partir de ahí, respondieron que todo estaba bien. Hoy seguimos igual, subraya.
A título particular, esta mujer presentó una denuncia ante el ayuntamiento el 16 de junio de 2021 en la que denunció el ruido excesivo y solicitó revisión y solución al permitir que los vecinos descansen. Un mes después, el área de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Agenda 21 del Ayuntamiento de Madrid envió un técnico al museo para medir los decibelios durante la noche y comprobó que superaba los límites establecidos. Dos semanas después, el 2 de agosto, se envió el informe de medición al Reina Sofía y este lo ignoró, afirma el afectado.
Cinco meses después, el 27 de diciembre, el primer pedido, en el que la pinacoteca se vio obligada a realizar las medidas correctoras que les indicaron el 16 de julio. Tampoco hicieron nada y el Ayuntamiento les envió una segunda el 10 de agosto de 2022. En ella se les informaba de la obligación de insonorizar. el sistema de ventilación de la sala de bombas y el sistema de aire acondicionado de las torres de enfriamiento y otras instalaciones. , Explicar. Un mes después, el consistorio ofreció a la vecina iniciar un proceso de mediación con el museo al que, según ella, no estuvo de acuerdo.
Las últimas denuncias se presentaron ante el Ayuntamiento de Madrid este año: en enero, febrero y junio. Informó que el ruido continúa y todavía no podemos dormir. no podemos soportarlo más. Solicitó otro proceso de medición. Son tres años así, tomando medicamentos y sin poder vivir y descansar en nuestras casas. Sufrimos dolores de cabeza e irritabilidad, subraya.
El mediciones con sonómetros, que se han realizado en las viviendas adyacentes a la pinacoteca, han sido realizados por la Policía Local y técnicos del Ayuntamiento de Madrid. Para ellos, el vecino sólo tiene buenas palabras. Su ayuda y trabajo han sido impecables. Aplaudo a los funcionarios. Tienen millones de casos de ruido en Madrid y han venido a todas horas posibles. Nos han ayudado, a pesar de la falta de personal y del tiempo que manejan, afirma el afectado.
Desde que presentó la primera denuncia, la víctima ha enviado varias cartas al museo pidiéndoles que tengan en cuenta las exigencias del ayuntamiento. Están incumpliendo la sanción ambiental. Te vas a casa a dormir y los cuadros están refrigerados, pero los vecinos todavía no podemos descansar, afirma.
El Museo Nacional Reina Sofá insiste en que su voluntad es solucionar el problema y, para ello, ha propuesto a los vecinos una reunión que se celebrará a finales de mes. Le informaremos de las acciones que estamos llevando a cabo para llegar a una solución. Mostraremos los informes técnicos y los trabajos que se han realizado y se están realizando. Además, propondremos iniciativas. Siempre, con la mejor voluntad. No vamos a escatimar esfuerzos. Se trata de escuchar a los vecinos y seguir adelante, explican.