El Parlamento de Galicia reactiva la comisión de financiación en pleno debate nacional


La menester de alcanzar los apoyos necesarios para que el candidato socialista (Salvador Illa) presida la Generalitat ha colocado en primerísimo plano una problemática que nunca ha dejado de estar ahí, pero que el Gobierno ha ido arrinconando intencionada y sistemáticamente: la desaparición de un nuevo maniquí de financiación autonómica. La proposición de Pedro Sánchez a ERC de un tratamiento «singular», es proponer, preferencial, a cambio de sus votos, ha generado una onda expansiva de rechazo prácticamente mayoritario en el resto de España. Con Galicia en una posición muy vocal. Pero con un inconveniente: la comisión parlamentaria señal a dar forma a una postura de la Comunidad en este debate nunca llegó a emitir su opinión. El Montón Popular en el Pazo do Hórreo anunció este viernes, precisamente, su «intención de retomar los trabajos» de la comisión, y que estos concluyan «en el plazo más corto posible».

Galicia quiere hacer oír su voz en este debate, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, viene de anunciar que el próximo mes convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Y no es cuestión pequeño que quedase inconclusa la cultivo de la comisión, que se puso en marcha en la precedente lapso autonómica, la undécima.

Como expuso este viernes el portavoz del Montón Popular en el Parlamento de Galicia, Alberto Pazos, el opinión servirá para «poner encima de la mesa un documento que sirva de cojín para una posible negociación de la financiación». Con el aval del Parlamento y ofreciendo una «visión de conjunto» de cuál considera la Comunidad que ha de ser el nuevo maniquí. Uno que «atienda las demandas y peculiaridades de todas» las regiones; recogiendo a la vez aquellas «específicas» de Galicia por sus características.

Difícil ya en 2022

Cuestión a salvo es el nivel de consenso que obtenga. Hace dos abriles, el entonces portavoz conservador en la Cámara, Pedro Puy, reconocía a torrevieja news today que veía difícil contar con el apoyo del BNG; pero sí apreciaba «muchos» puntos de «contacto» con el PSOE. El contexto, evidentemente, era otro.

La ‘comisión no permanente exclusivo de estudio para afrontar la propuesta de la Comunidad Autónoma de Galicia delante la reforma del sistema de financiación’ se constituyó en noviembre de 2021, y quedó disuelta al mismo tiempo que el Parlamento, el 26 de diciembre de 2023, por la convocatoria de elecciones autonómicas. Echó a deambular en plena pandemia, de ahí que la decena de expertos que compareció lo hiciera con mascarilla. Si en poco coincidieron fue en repeler los postulados del BNG y su demanda de un maniquí ‘a la vasca’, de concierto y cupo.

Comparecencias que concluyeron con la del conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, quien cifró el sobrecoste para Galicia de la variable de dispersión en más de 500 millones anuales, por otra parte de fijar la posición de la Comunidad. Corgos reclamó un maniquí con suficiencia total, con una variable que refleje el coste de los servicios en cada división, con una nivelación total, permitiendo capacidad fiscal y aportando simplificación, transparencia y estabilidad.

La voz discordante en todo el proceso la puso el Liga, que remotamente de acaecer variado sus postulados, los mantiene. El pasado martes, la viceportavoz Olalla Rodil, tras la Grupo de Portavoces, instó al PP a ‘descongelar’ la comisión, al tiempo que reclamó una «negociación directa» de la nueva financiación. De paso, culpó a los populares de acaecer lastrado a Galicia al apoyar el maniquí en vigor (y caducado) en 2009. Tres días luego, el Montón Popular no solo no dio su ‘ok’ a retomar la comisión, sino que Pazos apuntó que «lo habitual es que se aceleren los trabajos» que quedaron inconclusos. Y, sin poner una «vencimiento tope», sí dijo echarse en brazos, en rueda de prensa, en disponer de un opinión «en un plazo asaz breve».

El papel de la izquierda

Ayudará a ser diligentes que los grupos -a los que desde marzo se ha sumado el Fósforo, con Armando Ojea, de Democracia Ourensana- se pongan de acuerdo. Pero el clima reinante no ayuda. Pazos se mostró muy crítico con las dos fuerzas de la izquierda gallega. De los socialistas censuró que son «capaces de proponer en Madrid una cosa y, en Galicia, exactamente la contraria». Adicionalmente de imputar seguidismo a su secretario normal, José Ramón Gómez Besteiro, por cubrir a Sánchez a cojín de desmentir que no habrá un trato preferente para Cataluña. En cuanto al BNG, Pazos reprochó que están «más preocupados de cumplir los deseos de sus aliados independentistas», aunque esto suponga avalar una atrevimiento que resulta perjudicial para Galicia.

El Liga se ampara en que la Comunidad puede aspirar a seguir los pasos de Cataluña para argumentar que no tiene por qué perjudicarle que Sánchez les otorgue una financiación «singular». El PSdeG, por otra parte de no poner un pero a su cabecilla de filas franquista, se escuda en que no ha de importar lo que pasa en otras regiones. Ahora podrán retratarse.

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