La caída de un árbol sobre la playa fluvial del Sil, en el entorno del barquense Paseo do Malecón, preocupa en el Concello. El ejemplar, visiblemente enfermo, cayó en dirección a el cauce fluvial, a Dios gracias sin causar daños personales. El suceso ocurrió tan pronto como un par de semanas luego de que una enorme rama además se desgajase cayendo a escasos metros de ese oficio y obligando a intervenir al personal del GES (Clan de Emerxencias Supramunicipal) y los bomberos del parque rues del Consorcio de Emerxencias e Socorro.
No allá de allí, en las inmediaciones de las piscinas municipales, caía hace meses otro árbol, este de gran mérito, sobre la senda peatonal que discurre paralela al cauce del río. Se desplomó de indeterminación y además sin dañar a ningún becario de la principal ámbito recreativa que tiene la villa.
Esta sucesión de caídas de árboles y ramas preocupa en el Concello. Sobre este particular, el corregidor, Alfredo García Rodríguez, anunció ayer que los ejemplares que quedan sobre la orilla serán revisados en octubre con la idea de determinar la posible retirada de los que ofrecen un anciano peligro.
Todos esos árboles cayeron solos, pero además hay quienes se ocupan de dañar otros. Lo comprobaron paseantes del Malecón al observar como un hombre zarandeada hasta romperlo un ejemplar del floresta botanista.