En el Senado de los Estados Unidos, en la emblemática sede de la comisión de Relaciones Exteriores que tantos momentos históricos ha presenciado, domina la ámbito un marcial castellano -poco recordado en su patria-. Más de 230 abriles costó que el país cumpliera la promesa de George Washington de honrar la memoria del malagueño Bernardo de Gálvez, héroe de la Erradicación de Independencia de la nación nortemericana, con un retrato en el Capitolio.
Ahora, la Flota estadounidense bautizará con el nombre de este insigne andaluz la futura fragata de misiles guiados clase Constellation FFG 67. Este tributo se une al rendido por el Congreso del país norteamericano en 2014 y a la estatua de De Gálvez que acompaña en Washington D. C. a las de los librtadores. No son, sin secuestro, los únicos reconocimientos. La ciudad de Galveston y su bahía, así como su condado en Texas y la población de Galvez en Luisiana además reciben ese nombre en honor del castellano.
Los motivos para que este político, nacido en 1746 en el municipio malagueño de Macharaviaya, reciba estos reconocimientos del país anglosajón es su papel determinante en la Erradicación de Independencia de Estados Unidos. Allí, tras su formación marcial en Europa, llegó a ser investido jefe de Luisiana y virrey de Nueva España.
De Gálvez llegó a Nueva España a comienzos de 1769, reclamado por su tío José, que desde 1765 ejercía el empleo de interventor universal en la región. Allí obtuvo el jerarquía de comandante de Armas de las provincias de Nueva Vizcaya y Sonora y realizó varias incursiones contra los apaches. No obstante, su principal contribución al país que pugnaba por emanar llegaría algunos abriles a posteriori.
El 1 de enero de 1777, De Gálvez tomó posesión como jefe de Luisiana y desplegó una intensa actividad dirigida a contrarrestar la amenaza británica en los dominios españoles y ayudar a los rebeldes, a pesar de que el reinado de Carlos III mantenía oficialmente una postura neutro. En este periodo, dio orfelinato a numerosos colonos americanos que huían de las tropas inglesas e inició una ingente ocupación que habría de convertirlo en uno de los máximos y más eficaces aliados de Estados Unidos en su pelea de independencia.
Ahora perfectamente, su principal ocupación la desarrolló en 1780 al frente de las operaciones militares contra las plazas fuertes de Mobile y Pensacola, llaves del dominio anglosajón en el ensenada de México. El 14 de enero emprendió la conquista de la primera, como objetivo para expulsar a los ingleses de la Florida Occidental. Concluida esta conquista, se aprestó a hacerse con la segunda, que consiguió rendir finalmente.
Realizó además otras campañas en el Caribe y logró restituir las dos Floridas a la nación emergente, lo que hizo que los ingleses se quedaran sin plazas en el ensenada de México. El 24 de enero de 1785, fue prestigioso virrey suplente de Nueva España, frente a la enfermedad de su padre, Matías, que desempeñaba el cargo. Lo ostentaría hasta noviembre de 1786, cuando falleció.
La contribución española, liderada por De Gálvez, sería determinante para lanzarse el conflicto, tal como lo proclamó reiteradamente frente a el mundo el propio universal George Washington. Fue precisamente este inspección el que le ha bienquisto los tributos a lo liberal de todo este tiempo y que llega hasta la vencimiento con el nombre de la fragata.