El Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronostica un otoño cálido y húmedo en Castilla y León, ya que hay un 60 por ciento de posibilidades de que haga calor y un 50 por ciento de posibilidades de que llueva más de lo normal. Eso sí, para lo que queda de septiembre y principios de octubre habrá un tiempo estable y seco, con temperaturas por encima de lo habitual. Predicciones que llegan después de que la Comunidad haya sufrido el tercer verano más cálido, junto con 2017, desde 1913, fecha de la que hay más de diez estaciones disponibles para tener registros. Sólo los veranos de 2022 y 2003 han sido veranos más cálidos. Además, de los diez veranos más cálidos, ocho de ellos se han producido en los últimos 15 años.
Estos son sólo algunos de los datos del resumen meteorológico del verano en la Comunidad, ofrecido este lunes en Ávila por la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, y el delegado territorial de Aemet en Castilla y León, Manuel Mora, que en Base Sobre estos datos, ha llamado a reflexionar “sobre la realidad del cambio climático” por las temperaturas y porque “cada vez llueve con más intensidad y en menos tiempo”.
Desde el punto de vista pluviométrico destacó la gran diferencia entre las precipitaciones registradas en el mes de junio, con un superávit del 121 por ciento, y el correspondiente a los meses de julio y agosto, ambos con déficits de precipitación, de 70 y 83 por ciento respectivamente, tomando como referencia el período 1991-2020.
En cuanto a las temperaturas, señaló que Los promedios registrados en el trimestre junio-agosto estuvieron por encima de lo habitual, concretamente 1,2 grados centígrados, siendo un verano muy cálido en la mayor parte de la Comunidad y extremadamente caluroso en zonas muy localizadas de la mitad occidental de la Comunidad. A lo largo del trimestre hubo 40 días en los que los termómetros superaron o igualaron los 30 grados centígrados, mientras que el año pasado fueron 53 y en promedio entre 1991-2020, 34 días.
En cuanto a los valores registrados, La temperatura más alta registrada en Castilla y León fue de 44,1 grados el 23 de agosto. en plena ola de calor, en Miranda de Ebro (Burgos); mientras La mínima más baja se produjo en Cuéllar (Segovia) con un valor de 1,5 grados el 28 de agosto.
Este verano se registraron récords de precipitaciones y falta de ellas. De esta forma, Zamora registró el pasado 9 de junio precipitaciones con una intensidad de hasta 85,2 litros por metro cuadrado en una hora, mientras que en julio no llovió.
Respecto a los datos de precipitaciones, ha destacado que a nivel global el balance es de periodo húmedo en la mayor parte de la Comunidad y que la precipitación media, teniendo en cuenta todas las estaciones, fue de 87,4 litros por metro cuadrado, produciendo un superávit de alrededor del 16%. La mayoría de las estaciones registraron valores entre 61,7 y 116,2 litros metros cuadrados, dijo en declaraciones recogidas por Ical.