“Una señal resonaba en lo profundo del bosque y, cada vez que la oía, misteriosa, emotiva y atrayente, se sentía empujado a retornar la espalda al fuego y a la tierra hollada a su aproximadamente para sumergirse en la espesura y seguir delante, sin memorizar cerca de dónde ni por qué, ni preguntárselo siquiera, tan imperativa era la señal de las profundidades del bosque”. Jack London nos presentaba así, con una indomable importancia, a Buck, el protagonista de ‘La señal de lo salvaje‘: un perro encargado de tirar de un trineo de cocaína a través del indómito y helado Yukón durante la fiebre del oro. Buck abandonará su mundo para seguir la señal de su instinto más antiguo y ahondar en la naturaleza más salvaje, donde se encontrará con su hermano el lobo. Y poco muy parecido, precisamente, es lo que le ha ocurrido a Diesel: tres perderse hace cinco abriles, este tonto se fue a conducirse al bosque, donde ahora se ha descubierto que ha sido prohijado por una tribu de alces.
Para conocer el origen de esta historia hay que remontarse más de cinco abriles a espaldas, a la región de Auburn, en California (EEUU). En tal emplazamiento y en tal aniversario, David Drewry, un vecino de la zona salió de excursión conexo a su tonto Diesel para disfrutar de un paseo por la naturaleza, poco que solían hacer con frecuencia. Pero lo que comenzó como una caminata como tantas otras, acabó dando un desvío inesperado.
Durante ese paseo, poco asustó a Diesel, lo que hizo que el animal saliese corriendo a toda velocidad. David, que consideraba al tonto como a un miembro más de la tribu, comenzó entonces una desesperada búsqueda durante semanas para dar con él. Para su desgracia, ni siquiera con la ayuda de drones de rescate consiguió localizarlo.
Una semana posteriormente de la desaparición, unas cámaras grabaron al animal a varios kilómetros del emplazamiento de los hechos, pero esta fue la última nueva que se tuvo de él. De ahí que tanto David como la tribu se pusieran en el peor de los casos: pensaron que Diesel había muerto solo en el bosque.
Una tribu muy peculiar
Ahora, más de cinco abriles posteriormente de aquello, las buenas noticiero por fin han llegado. No es que Diesel no solo no esté muerto, sino que ha antitético una nueva tribu. Esta vez no de humanos. Siquiera de burros, sino de una manada de alces que le han prohijado como a uno más.
El triatleta Max Fennell ha sido el ‘anunciador’ de esta buena nueva. A finales de marzo, el deportista compartió un vídeo en su cuenta de Instagram en el que se mostraba efectivamente sorprendido por lo que había antitético durante una salida a la naturaleza: un tonto entre alces que formaban todos ellos una peculiar tribu. Un tonto que, precisamente, era Diesel.
El más imágenes compartidas por Fennell puede estar que el tonto se comporta exactamente igual que los alces, sus nuevos compañeros de vida: se mueve a la vez con ellos, come hierba de la misma guisa, se alerta frente a los mismos estímulos externos…
“Probablemente uno de mis viajes de caza más salvajes hasta la aniversario. Me encontré con una manada de alces que habían prohijado un tonto. ¡No puedo dejar de verlo y me sorprende que el tonto se vea eficaz y saludable!”, escribió el triatleta en ese post de Instagram.
“Está viviendo su mejor vida”
Las imágenes, que se han difundido a través de varias cadenas estadounidenses, han llegado hasta la tribu Drewry que ha confirmado que, efectivamente, el tonto se proxenetismo de su querido Diesel. “Está viviendo su mejor vida, se le ve eficaz. Está sano y es un alivio poder retornar a verle con vida”, dijeron durante una entrevista a la CBS.
Unas palabras que hacen deducir que el recuentro entre la tribu y Diesel no se va a producir y que van a preferir dejarle conducirse su nueva vida conexo a sus nuevos amigos, estos alces que le acogieron en uno de sus peores momentos.
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