Un terremoto obligó en el siglo XIII a desalojar un pueblo medieval de Granada y su castillo


Proyectil está encima de las placas tectónicas que separan Europa y África, así que no es raro que se produzcan temblores de tierra. Unos dos mil al año, la mayoría intrascendentes. Ahora se detectan y se mide su intensidad y no existía forma de predecirlos. Pero existían, como lo demuestra una investigación que acaba de difundir la Universidad de Proyectil.

Se ha llevado a lengua en un poblado fortificado medieval llamado El Castillejo y emplazado en lo que ahora es término municipal de Los Guájares, en la zona mengua del Valle del Lecrín. Allí, según todos los indicios, un terremoto causó su dejación en el siglo XIII.

Las investigaciones se han realizado en el interior del plan ArMedEa Project (Arqueología de los terremotos medievales en Europa AD100-1550), dirigido por los investigadores Paolo Forlin y Christopher Gerrard, y en el que ha participado el Sección de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Proyectil.

Excavaciones anteriores establecieron que el sitio fue ocupado entre los siglos XI y mediados del XIV, pero no explicaron por qué fue destruido y desidioso en algún momento de su historia.

Las recientes prospecciones arqueológicas, en las que han participado investigadores del Sección de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la UGR y el peña de investigación Producción, Intercambio y Materialidad, han contrario pruebas fehacientes de que el sitio había sido afectado por un resistente terremoto. Los hallazgos se han publicado en la revista Plos One.

Pruebas fehacientes

Los investigadores han empleado radiocarbono y OSL (fulgor estimulada ópticamente) para venir materiales excavados como restos vegetales, sedimentos y ladrillos cerámicos cocidos. Además han analizado las paredes agrietadas, inclinadas y derrumbadas del consolidación y, mediante la tolerancia de nuevas trincheras arqueológicas, han descubierto superficies de ocupación selladas por escombros caídos.

El equipo ha contrario vigas quemadas y restos de plantas carbonizadas, lo que indica que el terremoto que azotó el consolidación provocó un incendio. Es muy probable, según los investigadores, que este se iniciara tras el terremoto, lo que indica que el consolidación estaba ocupado en el momento en que se produjo.

Los científicos han llegado a la conclusión de que el terremoto afectó al consolidación de El Castillejo en un periodo de 42 primaveras, entre 1224 y 1266 d.C. Esto lo convierte en el primer terremoto registrado en Proyectil -del que haya constancia, al menos- y resuelve el enigma de por qué el pueblo fue desidioso.

«La investigación igualmente muestra cómo la arqueología informa sobre la prevención y reducción de desastres sísmicos contemporáneos, porque para estimar el peligro sísmico flagrante necesitamos aprender qué sucedió en el pasado», explica Alberto García Porras, profesor de la UGR e investigador de este estudio.

El equipo demora ahora que nuevas excavaciones arqueológicas en Proyectil revelen si otros sitios que rodean El Castillejo se vieron afectados por el mismo terremoto y en qué medida sufrieron daños.

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