El precio de exponer a los hijos en las redes por dinero


Existe un amplio y polémico debate respecto al derecho que tendrían o no los progenitores de un pequeño a subir las fotografías de sus hijo s aplicaciones de transporte o redes sociales. Con esas nuevas tecnologías y formas de comunicarnos se abre un gran abano de regulaciones sobre la privacidad de las personas.

La Agencia Española de Protección de Datos hizo que un ascendiente tuviera que quitar las fotos de uno de sus nietos de sus redes sociales. Otro caso sería el de una denuncia interpuesta por una mujer contra su expareja, y que terminaba con el padre obligado a retirar las imágenes de su hija de las redes. En Estados Unidos las cosas parecen ir siempre un paso más allá, y ya son varios los casos en que los hijos de influencers habrían denunciado a sus padres al cumplir la mayoría de permanencia, reclamando que se borre su huella digital y una indemnización económica.

Todo por un ‘like’

Son numerosos los casos de creadores de contenido que utilizarían a sus hijos para promocionar sus redes sociales, en las que asimismo colaboran con distintas marcas para publicitarlas.

Olga García Ojeda es una de las influencers que comparte en su perfil ‘comportarse con estilo’ su vida, anejo a su marido y dos hijos menores. La pollo se mostraba totalmente a ayuda de propagar fotografías de los niños argumentando que sería “derecho de los padres designar lo que creen que es mejor para sus hijos, siempre que quede adentro de la legitimidad”.

“Igual que la profilaxis o la educación católica”

La mujer admitía que actualmente sí publica imágenes de sus hijos en redes, audacia que aseguraba favor valorado en conjunto a su cónyuge, y comparaba con el hecho de inmunizar o no a los hijos, así como con el tipo de educación preferida para ellos.

Guerras entre familias

Olga subrayaba que la mayoría de informativo que se conocerían entorno a esta habilidad son negativas, refiriéndose a “guerras entre familias, que utilizan las redes como armas”.

Defendía asimismo que su hija tendría una “relación sana” con las redes sociales, justificando la inclusión de la pupila en sus publicaciones por tratarse de contenidos calificados como ‘blancos’.

“Ella sabe lo que quiere y lo que no”

Para el periodista y colaborador de Espejo Sabido, RubénAmón, Olga estaría atribuyendo una sazón a su hija, impropia de una pupila de su permanencia. Sin requisa la mujer consideraba su actividad en las redes sociales como “beneficiosa a nivel allegado”. Explicaba como con esas publicaciones tanto ella como su marido se han podido permitir dejar sus antiguos trabajos y dedicarse las 24 horas del día a sus hijos.

“Habrá personas inconscientes”

Convencida de las ventajas de la vida que está dando a sus hijos, Olga exponía que sí puede favor personas imprudentes “que no valoran el tipo de contenido que publican, que no son conscientes de la huella digital”. Insistía en que hay que valorar muy aceptablemente y conocer las repercusiones que puede tener en un futuro para los hijos.

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