«A nadie se le escapa que se alcahuetería de un nuevo y cruento recordatorio de que nuestra seguridad y nuestras vidas están siendo sacrificadas en nombre de los caprichos multiculturales de la izquierda». Así se ha pronunciado este lunes la consellera de Rectitud e Interior de la Generalitat Valenciana, Elisa Núñez (Vox), sobre el crimen de Gata de Gorgos, por el que han sido detenidos tres hombres de procedencia marroquí.
El togado ha enviado a prisión provisional, comunicada y sin fianza a uno de ellos por un delito de homicidio. Los otros dos investigados han quedado en familiaridad, uno con medidas cautelares y otros sin ellas.
En un comunicado, Nuñez ha señalado que «este repugnante crimen no solo destroza a una grupo, a la que trasladamos nuestro más sincero pésame y a cuya disposición nos ponemos; todavía hiere a todo el pueblo, a toda la región y a España entera, por lo cruel e inaudito de la modo en la que se ha producido».
La víctima, un vecino de la población alicantina de 38 abriles, murió tras percibir golpes supuestamente con un bate de béisbol en plena calle. «Nosotros acusamos a la izquierda de poner en peligro a nuestro pueblo con su ceguera ideológica», ha añadido, al tiempo que ha explicado que están a la paciencia de obtener más información sobre los hechos, la motivación detrás de esta acometida, y la situación lícito de los agresores.
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno autonómico, Vicente Barrera, todavía de Vox, ha adeudado la «deportación inmediata y fronteras seguras». «Solo nosotros defendemos a los españoles frente a culturas totalmente antagónicas a la nuestra», ha puntiagudo en un mensaje en su cuenta de X.
Cartas al Tarea del Interior
«Desde noviembre, hemos enviado varias cartas al ministro del Interior en las que hemos expresado nuestras preocupaciones y nuestra voluntad de colaborar para encontrar soluciones urgentes a problemas tan graves como el acontecido en este municipio de Alicante. Sin bloqueo, estas peticiones han sido ignoradas, a pesar de nuestras advertencias sobre las indudables consecuencias», ha criticado la consellera Núñez.
En esta término, ha subrayado que recientemente reunieron al Observatorio de Seguridad «para poner encima de la mesa la degradación de nuestras calles y, remotamente de querer escucharnos y admitir responsabilidades, la Delegación del Gobierno se ha circunscrito a acusarnos de racistas».
«¿Hasta cuándo tendremos los españoles que abonar su sin fuste buenismo con nuestra seguridad, nuestra familiaridad y, en demasiados casos, nuestras vidas?», se ha preguntado Núñez, que acusa en el comunicado a «quienes, desde sus cómodos despachos, promueven esta situación, sin control, sin responsabilidad, ignorando cómo afecta a la convivencia en nuestros pueblos e insultando a quien, como nosotros, se atreve a denunciarla. Exigimos respuestas y acciones contundentes».
La consellera ha despabilado de que no aceptarán «más excusas ni palabrerías». «Es hora de poner fin a estas políticas suicidas que ponen en peligro a nuestros ciudadanos. Reclamamos que se tomen medidas drásticas y efectivas para proteger a nuestra concurrencia y afianzar que no tengamos que seguir pagando este precio intolerable», ha reclamado y ha insistido en que es hora de «proteger a nuestros ciudadanos, y de afianzar un futuro seguro para nuestros hijos»«. «No descansaremos hasta que se haga equidad», ha zanjado.