los tres acusados, que sólo aceptan preguntas de sus abogados, niegan su participación


Los tres acusados ​​imputados por la muerte de José María Sánchez Galán, de 56 años, respondieron únicamente a las preguntas de sus abogados en un turno exprés de declaraciones. En apenas diez minutos, todos ellos negaron su participación ante el tribunal popular que los juzga desde este lunes en la Audiencia Provincial de Toledo.

Chema, como lo conocían en San Pablo de los Montes, fue asesinado a golpes en su casa, donde traficaba drogas, según el fiscal Justo Gallardo. Sostiene que el asesinato lo cometió el rumano Marian Toader, el único de los tres en prisión provisional, mientras que los españoles Jesús Moreno Delgado, alias ‘El Mosca’, y Alberto Jiménez Sánchez-Elez actuaban como compinches, vigilando la calle. la calle. la noche del 4 de octubre de 2020. “El móvil fue ingresar a la casa a robar la droga”, dijo el representante del Ministerio Público, cuya versión de los hechos sustenta la acusación particular.

Pero los acusados, que tienen derecho a mentir, dieron otra versión. La declaración de Marian fue la más breve: duró un minuto y cinco segundos. En ese momento, ella respondió a su abogado que es consumidor de drogas y que había estado en otras ocasiones en casa de Chema para comprarle sustancias estupefacientes. Sin embargo, negó haber puesto un pie en la casa el día del caso. “¿La última vez? “Como máximo cinco o seis días antes, no lo recuerdo”, respondió Marian, de quien el fiscal señaló luego que en el tribunal había asegurado que no era consumidor de drogas en ese momento, cuando tenía 27 años.

Su abogado habla con Marian Toader antes de que comience el juicio

Ismael Herrero (EFE)

También dirigido por su abogado, ‘el Mosca’ relató que esa noche Alberto, Marian y él se dirigieron desde Sonseca a San de los Montes Pablo, su pueblo. Iban en un coche Volkswagen Passat y se detuvieron en una tienda para comprar unas gominolas. “Bajé dos o tres calles para comérmelos”, dijo, mientras Marian y Alberto le decían que esperara. “Ahora vamos”, pero no le informaron adónde iban. Añadió que no se bajó del coche, donde estuvo entre “diez minutos y un cuarto de hora”, y que no vio a sus dos “compañeros” entrando en casa de Chema.

Luego Marian y Alberto volvieron al coche y los tres se dirigieron a Retuerta del Bullaque, donde vivían. Y que no supo nada del crimen hasta el día siguiente, “cuando me fui a trabajar”.

También declaró que entonces no era consumidor de drogas, a sus 49 años, pero sí lo había sido antes, “toda mi vida”. Y se declaró “gran amigo” del fallecido, por cuya casa “nunca más volví a pasar” tras dejar las drogas. “Lo pasé muy mal y no volveré a pasar por ninguno de esos lugares” donde venden estupefacientes. Cerró su intervención de poco más de dos minutos explicando que días después llevó el coche a un desguace, donde lo vendió por 200 euros porque “necesitaba dinero”.

Alberto, que tenía apenas 18 años cuando se cometió el asesinato, fue el último en plantarse frente al micrófono del tribunal durante cinco minutos. Ante la pregunta de su abogado, comenzó diciendo que Marian “era una persona violenta” en aquel entonces. Luego contó que el día del auto consumió marihuana, se subió al auto de Jesús y se quedó dormido, “como siempre”. Que creía que iba hacia Retuerta del Bullaque, pero que amaneció en una calle que no conocía. “Me dijeron que hiciera guardia en una calle, a unos 200 metros de donde se detuvieron”, continuó.

“Marian caminaba de un lado a otro por la calle y había dos personas de piel oscura, una flaca y la otra más ancha y jorobada, pero no sé si entraron en casa del Chema”. Que poco después gritaron “¡Vamos, vamos!”. y que vio a esas dos personas corriendo, “con una planta de marihuana cada uno, y a Marian sin nada”. Que Jesús, Marian y él se subieron al auto y se fueron. «Nadie habló nada. “Pregunté, pero nadie dijo nada”. Aseguró que se enteró al día siguiente en Retuerta por una persona.

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