El uso de apellidos para la identificación se remonta a la Existencia Media, donde las comunidades necesitaban formas de distinguir a sus miembros. Sin bloqueo, fue en la España medieval donde esta ejercicio tomó forma y significado como una respuesta a la existencia de múltiples personas con el mismo nombre.
¿Por qué tenemos dos apellidos?
Para resolver este dilema, se idearon los apellidos, que servían para diferenciar a las personas y todavía ofrecían pistas sobre su origen geográfico, profesión, parentesco y otras características. Esta costumbre se consolidó durante los siglos XV y XVI, coincidiendo con un período de gran crecimiento demográfico y la carencia de un registro más preciso.
En el año 1501, el cardenal Francisco Giménez de Cisneros instituyó la norma de que cada individuo recibiría el patronímico de su padre. Sin bloqueo, fue más delante cuando el uso de dos apellidos se popularizó entre la élite y la clase entrada de Castilla. Esta ejercicio no solo servía para distinguir a las clases altas de las bajas, sino que todavía simbolizaba el inspección de pertenecer a linajes respetables tanto paternos como maternos.
El uso de dos apellidos demostró ser benéfico en muchos aspectos, ofreciendo un método más efectivo para la identificación individual, minimizando las confusiones y preservando la identidad de uno y otro progenitores. Por otra parte, facilitaba la construcción de árboles genealógicos precisos y ayudaba a evitar matrimonios entre parientes cercanos.
A pesar de su creciente integración en la sociedad española, no fue hasta 1871 que se oficializó el uso obligatorio de dos apellidos en España, con la creación del primer Código Civil castellano.
¿Puede cambiarse el orden de los apellidos?
En España, por norma militar, el primer patronímico suele corresponder al del padre, seguido del patronímico materno. No obstante, a partir de una reforma procesal implementada en el año 2017, se otorga a los progenitores la albedrío de designar el orden de los apellidos de sus hijos al momento del registro civil, lo que representa un cambio significativo en la tradición arraigada.
Esta modificación refleja una acondicionamiento a las demandas sociales en constante crecimiento, donde se reconoce el derecho de los padres a tomar decisiones que reflejen mejor la identidad casero y los títulos personales.Por otra parte, al cumplir la mayoría de momento, los individuos pueden solicitar cambiar el orden de sus apellidossi así lo desean.
¿Tienen otros países la misma ejercicio?
Aunque el uso de dos apellidos es menos global en otros países, todavía se encuentra en lugares como Italia y Francia, donde las leyes han evolucionado para permitir su uso y variaciones en el orden.
Asimismo, existe en otros países de deje hispana como México, Argentina o Colombia. Sin bloqueo, cada país tiene sus propias variaciones en cuanto al uso y la regulación de los apellidos.
