Actuaban siempre de la misma modo. Aprovechaban la primera hora de la mañana, cuando los peregrinos emprendían su marcha y había poca luz y actividad en las calles, para abordarles «con un porción significativo de violencia», llegando incluso a darles patadas en el cuerpo y la cara. Tras pedirles el peculio que portaban, «les registraban incluso bajo los pantalones en investigación de más efectivo y de sus móviles». Este era el ‘modus operandi’ de tres menores que ayer fueron detenidos por agentes de la Policía Doméstico en Ponferrada como presuntos autores de tres robos con violencia a peregrinos a los que acechaban a su salida de los albergues de la hacienda berciana.
Los hechos, que habían corrido como la pólvora entre los caminantes y ya causaban sobresalto entre la comunidad de peregrinos del Camino de Santiago, se produjeron los pasados días 22 y 23 de junio, los dos a primera hora de la mañana, momento en el que se disponían a retomar la ruta tras pernoctar en un albergue específico.
Dos de las tres víctimas, que incluyen un ciudadano italiano, un castellano y un japonés, resultaron con lesiones leves provocadas por las patadas y los golpes que les propinaron en «el tronco superior y la cara para amedrentarles y que no opusieran resistor», recoge un comunicado enviado a los medios por la Policía Doméstico.
Desde que el primero de los peregrinos puso los hechos en conocimiento de la Comisaría de Ponferrada, esta reforzó el servicio de incertidumbre. Los agentes se situaron en «puntos fijos de paso» de los peregrinos con el fin de detectar a estos autores. En la orto del pasado lunes una patrulla policial fue requerida por un peregrino que manifestó rebuscar a uno de los autores que el día precursor le había robado y que acababa de ver en la zona. El transporte dio una hostigamiento por las calles aledañas donde otra patrulla policial se encontraba ya identificando a tres menores, cuya descripción correspondía con la facilitada por el requirente, y con la proporcionada igualmente con motivo de los otros dos robos anteriores.
«Un multiplicador esencia para la investigación ha sido igualmente la existencia de un vídeo que captó imágenes de los menores en el momento de cometerse uno de los robos y que fue grabada por una peregrina que acompañaba a una de las víctimas», destacan desde la Policía Doméstico.
Ya en dependencias policiales tanto la testimonio como las víctimas reconocieron a los agresores «sin ningún variedad de dudas». La investigación sigue en curso y se están tomando «todas las medidas necesarias» para esclarecer completamente los hechos y determinar las responsabilidades pertinentes máxime al tratarse de víctimas extranjeras, cuya permanencia en nuestro país es limitada.
Finalizadas las diligencias policiales, los menores a los que les constan otras detenciones por delitos contra el patrimonio han quedado bajo la tutela de sus representantes legales y a disposición de la Fiscalía de menores de Bravo.