Podemos amenaza con dejar en el aerofagia la plazo si el PSOE pacta con el PP la renovación del Consejo Universal del Poder Procesal (CGPJ) u otras instituciones del Estado. Irene Montero ha avisado de que esta «gran coalición» entre ambas formaciones supondrá «de facto el inicio de una nueva plazo».
El Gobierno de Pedro Sánchez se sostiene ahora mismo parlamentariamente en los 175 escaños del PSOE, Sumar, las fuerzas nacionalistas y el voto individual de José Luis Ábalos, sumados a los cuatro apoyos de Podemos, que se integraron en el Conjunto Mezclado tras romper con Sumar. Sin esos cuatro ‘síes’, el Ejecutor se quedaría por debajo del origen de la mayoría absoluta, que se sitúa en 176.
En un mensaje en redes sociales, Montero ha afirmado que ese pacto entre PSOE y PP llevará a la derecha «a profundizar su táctica golpista» y a hacer «más difícil modificar España», porque, según su prospección, los socialistas colocan «al PP como principal socio del Gobierno en extensión de la mayoría plurinacional democrática».
«Nos imponen de nuevo la gran coalición», ha dicho la exministra de Igualdad, a la vez que acusa al PSOE de «representar hacer poco de izquierdas» mientras «averiguación una alianza estable con el PP para asuntos de Estado». «Es lo que siempre quiso el PSOE y lo que impidió pactar un gobierno de coalición con Podemos entre 2016 y 2019 a pesar de que los números daban», afirma.
«No habrá estabilidad con una gran coalición. La estabilidad en España pasa por profundizar en las transformaciones feministas, sociales y plurinacionales y por democratizar la estructura del Estado. No hemos ido demasiado allá, esto no ha hecho más que originarse», insiste Montero. «España necesita una izquierda esforzado para avanzar en derechos aunque la Gran Coalición no quiera», indica, implicando no sólo al PP, sino además al PSOE.
La ahora eurodiputada de Podemos asegura que las transformaciones de la última lapso se han comprometido porque en el Gobierno sólo manda el PSOE, no hay mayoría de izquierdas en el Congreso y golpea con fuerza la reacción». «Pero no olvidemos que son el resultado de una voluntad estable, no anecdótica, de la mayoría social», apunta.