La calma tras la tormenta tardó en llegar a los municipios devastados por la DANA. Han pasado poco más de dos semanas desde que unas lluvias torrenciales se cobraron dos vidas y dejaron al descubierto un paisaje post-apocalíptico en el suroeste de la Comunidad de Madrid. La zona cero de la destrucción está empezando a sacudirse el barro que cubrió kilómetros de calles, inundó viviendas e infraestructura esencial y destruyó las propiedades de miles de residentes. La factura por el desastre asciende a 58,5 millones, sólo en las jurisdicciones regionales.
Era el domingo 3 de septiembre por la noche cuando la DANA desató su furia en Aldea del Fresno, Villamanta, El Álamo, Villanueva de Perales, Villamantilla, Navalagamella y Villa del Prado. En pocas horas, el asfalto quedó oculto bajo capas de barro y sedimentos, tres puentes colapsaron y las carreteras sucumbieron a la fuerza del temporal. El escenario, 14 días después, pese a conservar las huellas inconfundibles de la devastación, recupera vitalidad una vez despejados los caminos y restablecidos los servicios que la DANA obligó a paralizar.
Para ello fue necesario retirar cerca de 2.400 toneladas de barro y 5.200 metros cúbicos de enseres que la tromba marina arruinó. Más de un centenar de profesionales de las empresas públicas Planifica Madrid y Tragsa han limpiado cerca de 20 kilómetros de calles y arreglado 6,5 kilómetros de vías en las siete localidades. En total, se han llevado a cabo 163 actuaciones de emergencia para devolver la normalidad a los municipios afectados.
En Villamanta, las urbanizaciones de Jirfa, Los Olivos, Zubasa y Guindalera han concentrado los trabajos de retirada de barro y escombros. Allí, las calles, luego convertidas en marismas, se parecen más a las originales. Las sucursales ya no obstaculizan la circulación y los cientos de kilos de enseres han sido retirados.
En el vecino municipio de Aldea del Fresno, la reconstrucción se centra en los puentes colapsados. La Comunidad de Madrid ha iniciado la tramitación de expedientes de emergencia para la construcción de dos puentes temporales sobre los ríos Perales y Alberche, que se sumarán al ya construido por el Ministerio de Defensa en la carretera M-507.
Precisamente, la red vial fue la más afectada por las torrenciales lluvias de esos días. De los más de 58 millones de euros previstos por el Gobierno regional, el 77 por ciento se destinará a sufragar los costes de las actuaciones en los puentes derrumbados, en otros nueve edificios siniestrados y en siete carreteras también afectadas por la DANA. En total, una inversión de 42 millones de euros para solucionar los problemas de movilidad, según el ministro de Presidencia, Justicia e Interior, Miguel Ángel García Martín.
Rodeada de ríos y arroyos, Aldea del Fresno quedó aislada en las horas posteriores a la inundación. Al otro lado del río Alberche, el centro de Jardín de caravanas Sufrió las peores consecuencias del aislamiento: sin luz, sin agua y sin poder cruzar el puente de la Pedrera, que se derrumbó. Los trabajos de los últimos días han permitido que los escolares de esta urbanización, al igual que los de Rincón de Picadas, vuelvan a sus colegios e institutos habituales.
nadie sin escolaridad
Desde el colegio San Dámaso, el consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, confirmó que todos los estudiantes han podido continuar con sus clases. En Aldea del Fresno los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional pueden seguir accediendo al instituto Navalcarnero, mientras que los alumnos de ESO y Educación Especial acuden a las aulas que se han habilitado en las dependencias municipales.
En el centro de Villamanta, por su parte, los escolares continúan en sus aulas mientras se inspeccionan y subsanan los desperfectos. Según destaca el Gobierno regional, el próximo verano, durante el periodo vacacional, se realizarán el resto de actuaciones necesarias para que se encuentre en perfecto estado. Poco a poco, la zona cero vuelve a ser como era.