Albares, a ganar tiempo en la UE con las exigencias de los secesionistas sobre las lenguas de sus regiones


Los países miembros de la unión Europea Tienen que decidir este martes en el Consejo de Asuntos Generales la petición formal del Gobierno español de incluir el catalán, el euskera y el gallego en la lista de lenguas oficiales de la UE. La propuesta se ha presentado de forma abrupta, aprovechando que España ostenta actualmente la presidencia de turno del Consejo, pero es poco probable que se apruebe, porque requiere necesariamente de unanimidad. España sólo ha recibido el apoyo expreso de Portugal, mientras que Suecia y Finlandia ya han anunciado que no lo ven con simpatía. El resto de países tienen opiniones diferentes, aunque una mayoría duda de su viabilidad económica.

El Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, asistirá personalmente a esta reunión, que comienza a las 10.00 horas y donde habitualmente se sientan los responsables de asuntos europeos de los países. El hecho de que este asunto haya sido incluido en el orden del día sin la más mínima preparación previa hace pensar que como mucho se decidirá abrir un periodo de reflexión para estudiar las posibles consecuencias jurídicas, económicas y técnicas.

Para intentar convencer a los países reticentes, España se ha ofrecido a correr con todos los gastos que pueda suponer la inclusión de tres nuevas lenguas oficiales, pero no parece que ello sea suficiente para calmar las sospechas. El pasado viernes, en la reunión preparatoria de los embajadores (Coreper), al menos 14 países Para decir eso tenían dudas sobre las consecuencias financieras,políticas o prácticas: Otros han pedido un informe de los servicios jurídicos del Consejo para determinar si las pretensiones del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez de complacer a los independentistas se ajustan a las disposiciones del Tratado UE.

El principal argumento de España se basa en el artículo 55.2 del Tratado, que permite traducir este texto “a cualquier otra lengua que determinen los Estados miembros entre aquellas que, de acuerdo con sus sistemas constitucionales, tienen la consideración de lengua oficial en su totalidad o en su totalidad”. parte.” de su territorio. Sin embargo, el Reglamento 1/58 que regula el régimen lingüístico en la UE establece claramente que “en lo que respecta a los Estados miembros en los que existan varias lenguas oficiales, el uso de una lengua se regirá, a petición del Estado interesado, por las normas generales de la legislación de dicho Estado”, que Está destinado a países que no tienen un idioma común.como es el caso de España.

Sin embargo, fuentes gubernamentales confían en que, dado que ningún país se ha opuesto directamenteal menos esperan que el asunto sea remitido a un periodo de reflexión y estudio, lo que dejaría la puerta abierta a una posible aprobación posterior.

En 2005, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.ya intentó complacer a los nacionalistas catalanes intentando conseguir la oficialidad de las lenguas cooficiales (en aquel caso se incluyó expresamente el valenciano como lengua separada), pero no consiguió más que un compromiso simbólico que no satisfizo a nadie y eso en realidad no se ha utilizado.

En eso Parlamento EuropeoEl grupo socialista ha presentado la misma petición, pero los eurodiputados han preferido esperar a ver qué deciden los países en el Consejo, antes de entrar en un debate también muy divisivo.

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