La Junta de Castilla y León desarrollará un sistema “pionero” para prevenir la dislipidemia, enfermedades cardiovasculares y cerebrovascularesMediante el uso de inteligencia artificial. Así lo ha anunciado este lunes el ministro de Sanidad, Alejandro Vázquez, quien ha firmado un convenio de colaboración en el Complejo Asistencial de Salamanca con Novartis y el Instituto de Investigaciones Biomédicas (Ibsal) de la ciudad para desarrollar el proyecto.
Como se explicó, el dislipidemia Es una alteración de los niveles de lípidos, grasas, en la sangre y niveles más bajos de colesterol ‘malo’ se asocian con una disminución del riesgo de eventos y muertes cardiovasculares.
«Es un programa muy innovador que tiene como misión detectar, mediante pruebas biológicas y analíticas, aquellos pacientes que tienen un riesgo lipídico elevado y, además, tiene una novedad importante que es permitir, a través de una serie de consejos o advertencias realizados por la inteligencia artificial, médicos para dar en cada momento las mejores medidas, tanto terapéuticas como preventivas y de otro tipo”, explicó el consejero.
Más de 8.000 muertes
En 2020, según datos del INE, 8.264 personas fallecieron en Castilla y León por patologías del sistema cardiovascular. Por eso el control de lípidos es “una prioridad” en las políticas sanitarias. «La magnitud de este problema es muy importante, ya que las enfermedades cardiovasculares son la causa más importante de mortalidad en la Comunidad. Específicamente el 28 por ciento de nuestras muertes se deben a alguna de estas afecciones, especialmente en el rango de infarto agudo de miocardio o accidente cerebrovascular.
Y por lo tanto, cualquier medida preventiva que se tome para mejorar y reducir este número de eventos adversos y muertes es de enorme importancia”, añadió Vázquez.
Este acuerdo permitirá este control mediante el desarrollo de una herramienta que facilitará a los profesionales sanitarios, tanto en Atención Especializada como en Atención Primaria, la información necesaria para poder actuar. Utilizarán un programa que, desde algunos biomarcadores de inteligencia artificial, simulará el razonamiento y emitirá recomendaciones específicas. «Esto nos permitirá llegar a toda la sociedad y, en primer lugar, a aquellos pacientes en situaciones de prevención secundaria, es decir, con factores de riesgo pero que ya han sufrido un evento”, ha calificado.
«El objetivo que tenemos con ellos es reducir, en los tres primeros años aproximadamente, la mortalidad de 500 pacientesevitar 1.500 efectos adversos graves, como infartos o ictus cerebrales, y en tercer lugar, evitar también en estos tres años alrededor de 2.000 hospitalizaciones», ha cifrado el consejero, informa Ical.
«Pero también queremos desarrollarlo progresivamente para poder hacerlo como prevención primaria. Y ahí tomamos en cuenta que actuaríamos en torno 600.000 castellanos y leoneses “que tienen problemas en el metabolismo de los lípidos”, añadió.
Innovación
El acuerdo firmado tendrá válido hasta 2026, con posibilidad de ampliación y ampliación a otros centros de la Comunidad. «También quiero agradecer a todo el personal que con su esfuerzo realiza esta labor, es decir, tanto a las personas, como al personal clínico de este centro, especialmente cardiología y laboratorio, al personal investigador de Ibsal, al personal del Ministerio de Sanidad y, por supuesto, al personal de investigación de Novartis. Creo que hoy es un día muy importante para Castilla y León, para la innovación y, sobre todo, para la prevención”, afirmó el consejero.
El presidente de Novartis, Jesús Ponce, por su parte, quiso agradecer a los trabajadores su participación en la iniciativa. «Para nosotros es un día fantástico, es un día de alegría por realizar y poner en marcha un proyecto como éste, en el que Reúnen innovación, colaboración e impacto en los pacientes en términos positivos y centrados en la salud cardiovascular, siendo, como ha dicho el consejero, una de las principales prioridades de salud.
Para nosotros es un momento único que viene a honrar un relación de confianza trabajo con las autoridades y el ecosistema de médicos y la industria farmacéutica que demuestra que trabajando juntos es posible abordar grandes desafíos”, concluyó.