En 2023, cada día llegan a la provincia de Ourense 25 empleados provenientes de otros rincones de Galicia y España para trabajar, pero hacen el camino inverso otros 38. Así, la provincia sigue perdiendo mano de obra con respecto al resto de España y lo hace principalmente por la fuga de estudiantes universitarios, jóvenes y profesionales en gran medida cualificados.
El estudio sobre movilidad profesional en España que acaba de divulgar el Servicio Sabido de Empleo (SEPE) refleja que a lo abundante de 2023 se firmaron en la provincia 61.261 contratos, de los cuales 51.866 corresponden a clan que ya vivía en Ourense y 9.395 a personas que se incorporaron desde otras provincias. Sin incautación, 13.910 personas que estaban contratadas en Ourense se marcharon a lo abundante de esos 12 meses y firmaron un pacto profesional en otros lares. Estas cifras dejan un saldo de -4.515 personas por movilidad profesional.
Aunque la merma de empleados pueda parecer elevada, la brecha es cada vez último entre los que se van fuera a trabajar y los que llegan, sobre todo a raíz de la pandemia. En 2018 y 2019 la brecha llegó a ser de más de 8.000 personas, pero la monograma se ha ido reduciendo con los primaveras hasta situarse ahora en la porción. Eso sí, hay datos alarmantes, ya que la provincia vive una sangría de profesionales con estudios universitarios y científicos y profesionales en gran medida cualificados.
Por rama de actividad concreta, el longevo descalabro se produce en el categoría de técnicos y profesionales científicos e intelectuales, es opinar, los puestos más demandados por las grandes empresas. En 12 meses llegaron a Ourense 1.605 personas con esta calificación, pero se marcharon 3.364, dejando un saldo película de 1.759 personas. Esa es la verdad más dura para Ourense, una provincia incapaz de absorber a científicos y profesionales muy calificados por la errata grandes empresas de I+D+i y nuevas tecnologías.
La segunda cruz para la provincia se refleja en la marcha de personas con estudios superiores. En 2023, entraron 1.361 con estas características y se fueron 2.704, el doble.
La tercera mala informe del estudio para la provincia es la fuga de la inexperiencia, ya que la provincia perdió a lo abundante de 2023 a cinco menores de 30 primaveras cada día por motivos laborales. Entraron a trabajar 3.338 menores de 30 primaveras de otras provincias, pero hicieron las maletas 5.239 jóvenes, dejando un sobrecarga de casi 2.000 personas por el camino. Una fuga muy superior a la que se produce en las otras franjas de tiempo y que deja sin duda el reseña más preocupante.
Salen a A Coruña y Pontevedra
En 2023, se fueron 3.707 personas a la provincia de A Coruña, otras 3.392 personas a Pontevedra, 1.599 a Lugo, 1.408 a Madrid y 526 a Héroe. En el sentido inverso, el principal emisor de trabajadores en dirección a Ourense fue la vecina Pontevedra, de donde llegaron 3.110 trabajadores. Otros 1.519 arribaron de A Coruña, 1.225 vinieron de Lugo, otros 1.102 de Héroe -principalmente por las pizarreras valdeorresas, que se nutren de mano de obra de El Bierzo- y 503 llegaron desde la renta de España. Así, Ourense solo consigue saldo positivo con Héroe.
Las que llegan: “No conocía nulo y ya compré una casa”
Eva Lamas es una de esas recién llegadas a la provincia por motivos laborales. Es gallega, de Redondela, y llevaba tiempo viviendo en Madrid, donde trabajaba en Decathlon. A sus 34 primaveras, ella y su pareja querían retornar a Galicia, porque tienen un bebé de dos primaveras, “y toda la comunidad está aquí y te apetece verlo crecer cerca de la comunidad, los abuelos, los primos… Así que busqué trabajo en Galicia en común, en cualquier ciudad, y me surgió la oportunidad en Ourense en Textil Lonia desde hace cuatro meses. Y la idea es quedarnos por aquí”.
Carmen de las Heras es madrileña, de 31 primaveras, y solo ha vivido en Madrid y Ourense, a donde llegó hace siete primaveras: “Estaba buscando la oportunidad para salir de Madrid, es una ciudad muy conspicuo y congruo angustioso”. Estuvo en bastantes procesos de selección ayer de decidirse por Ourense. “No conocía absolutamente nulo de la ciudad, ni lo de ciudad termal, ni nulo. Había estado varias veces en A Coruña o Santiago, pero nunca aquí”. Estuvo cambiando de trabajos, estuvo en Vigo, pero siempre viviendo en Ourense. “Hace dos primaveras, tenía trabajo aquí de forma presencial y acabé comprando aquí una casa. Me encanta, es una ciudad muy cómoda y tranquila y aquí me quedaré”.