Votaron las cofradías, eligieron a Manuel Murillo como presidente y ahora queda comenzar el trabajo, que tiene por delante de sí cuatro abriles, pero que parte con algunos retos que es necesario afrontar, y que figuran casi siempre en el software con el que ha manada la votación.
Uno de los principales asuntos llega heredado del mandato previo y es que la Agrupación de Cofradías cuente con unos nuevos estatutos y posterior reglamento. La previo articulación de gobierno hizo una propuesta de reforma de los actuales que no obtuvo la mayoría suficiente para aprobarse en octubre de 2023 y Murillo planea unos nuevos estatutos que den respuesta a la nueva efectividad de las cofradías.
Con ellos tienen que ir nuevos reglamentos que, sobre todo en temporada de penitencia, fijen criterios para la forma en que las nuevas cofradías tienen que sumarse a la carrera oficial, poco que se intentó en el trapo previo.
Unido con ello, la nueva Agrupación tiene el provocación de entablar a encajar a las hermandades emergentes en la carrera oficial y en los días de la Semana Santa, que empiezan a no tener tanto espacio. La Presentación al Pueblo intentó sumarse para 2024 al reconvención popular, pero posteriormente de meses no hubo acuerdo para encajarla en alguna trayecto y al final se tuvo que posponer para el año próximo.
Hay siete cortejos en las vísperas, sean grupos parroquiales, hermandades o cofradías de pleno derecho, no siempre agrupadas, y una más trabajando en su parroquia. No se prevén más llegadas a la carrera oficial a corto plazo, pero sí sería el momento para establecer la forma en que lo tendrán que hacer en el futuro, en presencia y en número de hermanos que formen su cortejo. Ahora sólo tienen que agruparse y solicitarlo para estar en el palquillo.
Orto y Sábado Santo
Y si llegan más cofradías necesitarán sitio o tal vez más jornadas. El esquema de una Orto no ha seguido avanzando, pero no error quien es partidario de rasgar el Sábado Santo para dar más espacio en jornadas con casi siempre seis cofradías por la tarde, con los problemas de horario y recorridos que pueden traer consigo en torno sobre todo a la carrera oficial.
Lo primero es costoso porque las que quieran marcharse lo harían con alguna ayuda económica. Para la que podría ser la última tarde pesa en contra la error de tradición, pero las anteriores juntas de la Agrupación no la han trillado con malos luceros.
La Agrupación de Cofradías tiene por primera vez a una hermandad con sede fuera del casco urbano de la ciudad. Es los Dolores de Alcolea, admitida hace muy pocos días al tercer intento y por un ganancia no muy amplio. ¿Seguirán el ejemplo corporaciones de Santa Cruz o El Higuerón? No se tendría que descartar porque alguna ya lo manifestó, y a la Agrupación corresponderá ahora encontrar su área y arriesgarse a qué pueden aspirar y en qué son iguales a las que van a la carrera oficial.