La mentira está hecha solo para los acusados


Este texto pertenece a ‘Dossier Aciago’, un boletín inspirado en el podcast del mismo nombre, que Enrique Figueredo enviará los miércoles con periodicidad quincenal. Si quieres recibirlo, apúntate aquí.

La sala de un tribunal debería ser un perímetro donde reluciera siempre la verdad y que así se aplicara una rectitud infalible, pero eso solo existe en las teorías de ciertos filósofos. Las vistas están plagadas de mentiras. Los acusados son los únicos con derecho a mentir, pues tiene derecho a no autoincriminarse. Distinta cosa es el papel de los testigos. Ellos sí están sujetos a la obligación de sostener verdad y en caso de no hacerlo comenten el delito de aparente refrendo. Sin secuestro, no siempre se cuenta con los instrumentos de prueba suficientes como para que tal cargo prospere. Es un delito de complicada demostración. Por ello, en ocasiones, las acusaciones desisten de iniciar un procedimiento bajo ese supuesto por mucho que, como en el caso de damisela profesor Borja Obregón, se sospeche que un declarante está mintiendo u ocultando información por la que le preguntan. Lo contamos en Dossier Aciago.

En el controvertido caso del crimen de la damisela sevillana Marta del Castillo en 2009, se ha donado por probado que el entonces beocio implicado en el crimen Francisco Javier García, conocido como El Cuco, y su hermana, Rosalía García, mintieron en presencia de el mediador y quedó acreditado. Fueron condenados a dos primaveras y medio de calabozo.

Francisco Peral y su hija, Rosa Peral, condenada por el crimen de la Guardia Urbana

Francisco Peral y su hija, Rosa Peral, condenada por el crimen de la Gendarme Urbana

LV

Por una hija. Rosa Peral, una de las condenadas por el crimen de la Gendarme Urbana, y su padre, Francisco Peral, van a sentarse en presencia de un mediador porque entiende la fiscalía que trataron de engañar al tribunal que fijó una serie de indemnizaciones para la tribu de la víctima tratando de disimular la propiedad de ciertos caudal.

Embustes de saquillo. Otra transformación del que engaña a la Despacho y ello le acarrea una condena penal es el que cobra una prestación que no le pertenece. A una mujer se le impusieron en Navarra dos primaveras de prisión por cobrar durante 23 primaveras la pensión de su hermana fallecida.

Mentiras y falsía. Una abogada fue absuelta en la ciudad de Manresa de acontecer incitado a mentir a unos testigos. Imparcialmente, algunos de los que la implicaron de forma mendaz sí fueron condenados por mentir al tribunal. El plan les salió mal. Tras ser descubiertos en sus embustes, dijeron que la letrada les había empujado a ello. Pero a la hora de la verdad, no supieron ni reconocerla durante la tino.

Imaginación dolosa. En ocasiones, el simulación a la rectitud se comete en los inicios de la instrucción, en el momento en que los investigadores policiales inician las pesquisas y no logran la verdad de algún declarante cuando no una versión del todo inventada, pero muy verosímil. Poco así se narra en la película Sospechosos habituales (1995) que puede encontrarse bajo demanda en Prime Video.

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