Los efebos de Pedro Abad ya aguardan su exposición al público en el Museo Arqueológico de Córdoba


El Museo Arqueológico de Córdoba, dependiente de la Consejería de Turismo, Civilización y Deporte, ya cuenta entre sus fondos con Apolíneo y Dionisíaco, los efebos hallados en Pedro Cura, y trabaja para exponerlos al sabido en otoño, tal y como ha informado el delegado territorial, Eduardo Lucena, que ha superior que «el centro proporciona las mejores condiciones de seguridad preventiva para acoger las dos piezas».

Para ello, se está trabajando en el diseño de unas vitrinas que resguarden a las figuras y les proporcionen unas condiciones de temperatura y humedad óptimas, por otra parte de la preparación de actividades como talleres o jornadas. El objetivo es que los efebos queden integrados en el discurso museográfico de la exposición permanente del Arqueológico.

La directora del espacio, Irene Maclino, ha explicado que «se ha trabajado en labores de conservación, restauración y estabilización de los efebos y se han seguido las instrucciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en cuanto al embalaje, transporte, así como condiciones de temperatura o humedad».

Por su parte, Costanza Rodríguez, conservadora-restauradora del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, ha señalado que se ha desarrollado un «interesante esquema en torno a estas dos piezas en el que se han puesto en maña estudios y técnicas, con el objetivo de conservarlas y que perduren en el tiempo, por otra parte de obtener el conocimiento mayor en torno a las mismas».

Restauradora

La restauradora ha comentado que ha sido un «proceso amplio, ya que se han implementado las técnicas, el conocimiento y los procedimientos minuciosos de restauración, llevado a punta por un equipo multidisciplinar para aceptar el esquema a buen término».

Durante el trabajo, se ha recopilado información sobre la superficie externa, el interior, así como una tratamiento a sus materiales. En este sentido, ha comentado que «no es frecuente que piezas arqueológicas de este tipo lleguen hasta hoy con los materiales de los que constaban».

El IAPH está llevando a punta estudios para conocer las técnicas de fabricación del bronce romano y poner en relación las dos piezas, así como estas con otras de la Decadencia.

Constanza Rodríguez ha explicado que el «aspecto contemporáneo de los efebos no se corresponde con el llamativo y el objetivo primitivo de estas piezas era que resultaran vivas y emocionaran a los asistentes a los banquetes nocturnos, mediante la elocuencia de los luceros y la incorporación de metales como el cobre en zonas concretas, como los labios o los pezones».

Situación

En el caso del adolescente Dionisíaco, se han contrario pequeños restos de plata en un motivo embellecedor de la diadema, por otra parte de plomo que se utilizaba tanto en la composición de los efebos, como para cumplir una función maña de estabilizar a las figuras cuando se ponían en pie.

En el caso del adolescente Apolíneo, se conservan en sus manos restos de plomo que ha dificultado la intervención por el peso del mismo. Según ha explicado la restauradora, «este se introdujo para permitir un soporte primitivo donde sujetar una bandeja o aceptar iluminación».

La última escalón de la intervención ha sido el montaje de las dos piezas para poder ser expuestos en enhiesto en el Museo Arqueológico, «un engorroso proceso por las dificultades a nivel técnico» como apunta la conservadora del IAPH, «debidas a la fragilidad y el peso de los medios que ha habido que unir».

Los restauradores han recurrido a una estructura interna realizada con materiales novedosos, así como un diseño 3D íntegro «para que las piezas se introdujeran a modo de puzle y conseguir su extensión hasta las paredes internas de los efebos», señala Ramírez. Con esta técnica, los restauradores han podido asimismo obtener respuestas para poder unir los componentes adjunto con hoja inoxidable y poner en pie las figuras.

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