Cinco primaveras y medio hicieron desidia para consensuar 20 nombres, entre medias se suscitaron una serie de desencuentros, desde el whatsapp del exsenador “popular” Ignacio Cosidó hasta la mediación de Europa. El flagrante CGPJ se conformó el 4 de diciembre 2013 y completó su mandato cinco primaveras luego.
El proceso de renovación arrancó en agosto de 2018, cuando su presidente, Carlos Lesmes, comunicó a las Cortes la comprensión del plazo para presentar candidaturas. El 12 de noviembre de 2018, se dio a conocer un acuerdo por el que PSOE y PP colocaban al presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS), Manuel Marchena, en la cúspide del CGPJ, a cambio de que hubiera 11 vocales progresistas y 9 conservadores.
A los pocos días el acuerdo saltó por los aires por un mensaje del entonces portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en el chat de WhatsApp de los 146 senadores “populares” del momento, “obtenemos lo mismo numéricamente, pero ponemos un presidente infrecuente, un gran jurista con una capacidad de liderazgo para que las votaciones no sean 11-10 sino próximas al 21-0. Y adicionalmente controlando la Sala Segunda desde detrás”, decía Cosidó, en sugerencia a la sala que juzga a los aforados. En estos cinco primaveras y medio, el CGPJ se redujo de 20 a 18 vocales por la subsidio de Rafael Fernández Valverde y el fallecimiento de Trofeo Cinto.
Desde diciembre, la Comisión Europea supervisaba las negociaciones, una condición de los “populares” que se materializó en reuniones que quedaron en el espacio con la salida de Reynders en marzo, por su candidatura al Consejo de Europa. Finalmente y por sorpresa, el acuerdo se materializa ayer.