De la perplejidad a la mañana, los vecinos de Escalonilla, un pequeño pueblo de Toledo, se encontraron con cientos de tumbas del cementerio desnudas, limpias, sin sus crucifijos. “Es increíble, increíble. Han arrasado, han pisado todo el cementerio”, dice Sonia Gómez, la alcaldesa de este municipio de al punto que 1500 habitantes. Nos lo cuenta mientras paseamos entre las tumbas y comprobamos lo ocurrido. “Se han subido encima, me lo han pisoteado, aquí están mis padres, mi clan… es que es poco tan íntimo”, así relata Sonia la impotencia de los vecinos al encontrarse con las tumbas destrozadas.
El comunidad ya ha puesto una denuncia y todo está siendo investigado por la Guardián Civil. Lo que tienen claro, por el indicio que han dejado los ladrones, es que el robo estaba medido y admisiblemente pensado. “Cortaron los cajetines eléctricos de varias farolas para dejar toda esta zona de entrada a oscuras”, nos explica Sonia. Y así, consiguieron entrar sin ser vistos y partir 140 crucifijos de bronce. “Las últimas semanas hemos doblado la seguridad pero, aun así, ha sido impracticable detener esto”, añade la alcaldesa.
Juan Benito, uno de los afectados
En la plaza del pueblo nos encontramos con Juan Benito, es uno de los vecinos afectados por el robo. “Llego al cementerio, miro la tumba de mis padres y veo que está la cruz sin nadie. Me quedé de piedra”, nos cuenta. Está indignado con lo que ha ocurrido e insiste en que “tanta error tienen los que roban como los que lo compran, si nadie comprara esos crucifijos, no habría tantos robos“. Ahora, solo retraso que la Guardián Civil pueda encontrar a los ladrones.
Los vecinos están indignados
En las calles de Escalonilla, en las tiendas, en el bar de Francisco, el único tema de conversación estos días es el robo en el cementerio. “¡No pasa nadie, nadie! Por eso lo hacen”, “claro, es que no tienen ningún miedo”, escuchamos mientras nos acercamos a la mostrador. Francisco nos atiende, nos cuenta que todos los vecinos están indignados, “aquí lo que hace equivocación es mano dura con los ladrones”, nos dice. “Es una vergüenza, no dejan ni descansar a los muertos”, añade uno de sus clientes. En la plaza del pueblo, nos encontramos con las mismas sensaciones: “es increíble, es un palo para las familias”.
Oleada de robos en Toledo
Lamentablemente, este no es el primer robo en un cementerio que se produce en Toledo. Recientemente, empieza a ser, nos dicen, poco habitual en la provincia: “sí, están robando en muchos pueblos de aquí en torno a”, nos explican los vecinos. De hecho, horas posteriormente de robar en Escalonilla, otro pueblo de la zona, Noblejas, confirmaba que todavía habían entrado en su cementerio. Allí se han llevado unos 85 crucifijos. La Guardián Civil cree que podría tratarse de una cuadrilla organizada y continúa su investigación para evitar que sigan robando en más localidades.
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