La alcaldesa de Valencia defiende que no cuelga la bandera LGTBI porque el Ayuntamiento ya no exhibe pancartas en su balcón

Catalá ha explicado este miércoles que hace meses que el Gobierno municipal de PP y Vox que lidera decidió dejar de colgar pancartas de plástico en el edificio consistorial porque quería «dar ejemplo» en presencia de la Capitalidad Verde Europea e instaló para ello en noviembre dos paneles digitales pegado a la frontispicio del mismo.

Así se ha expresado la dirigente popular tras ser cuestionada por los medios sobre las críticas del PSPV-PSOE, que este martes desplegó una bandera LGTBI de 60 metros de desprendido en el azotea de su especie municipal, situado frente al Concejo, como acto de protesta.

«Respeto mucho la franqueza de mi examen de poner en sus despachos lo que considere, pero yo si pongo la bandera del Orgullo igualmente pongo la del Alzheimer, la del ELA, la del cáncer y igualmente pongo la de todas las deposición sociales que tiene esta ciudad», ha reiterado Catalá, al tiempo que ha lamentado el «afán de protagonismo» de los socialistas.

«No es una bandera política», ha sostenido la alcaldesa, sino «una conquista social». «No se puede uno delegar de una bandera que ya es de la sociedad y patrimonializarlo o pretenderlo es un gran error», ha zanjado.

A raíz de estas declaraciones, los partidos de la examen y otros dirigentes políticos como la ministra de Igualdad del Gobierno de España, Ana Rotundo, han procesado a Catalá de comparar ser LGTBI con una enfermedad.

Rotundo ha recordado que «la OMS eliminó la homosexualidad de su cinta de enfermedades psiquiátricas en 1990, en el siglo pasado». «Cortejar no es una enfermedad. Estar como cada uno siente y quiere conducirse, siquiera», ha sentenciado la ministra en un mensaje en X dirigido a la alcaldesa, que le he respondido con el vídeo íntegro de sus explicaciones.

Fuentes municipales han incidido en que tanto esos mupis electrónicos, como los 200 carteles repartidos por la ciudad, van a mostrar la campaña del Orgullo durante la semana. Por otra parte, se han vinilado siete autobuses de la EMT y se ha iluminado la fachada del Concejo con los colores del arcoiris. Desde el Gobierno locorregional consideran que se ha realizado una interpretación «sesgada y tendenciosa» de las declaraciones de la alcaldesa al «descontextualizarlas y »no darlas en su totalidad«.

Delante el revuelo generado y en declaraciones posteriores, la propia Catalá ha rechazado la «manipulación» de sus palabras, ha insistido en que hablaba de «días internacionales» y ha aseverado que en su equipo están «comprometidos con la multiplicidad».

No es la primera polémica que se genera al respecto. A la salida de los colectivos LGTBIQ+ de la ordenamiento de los Gay Games que se celebrarán en Valencia en 2026, se suman los desencuentros que llevarán a realizar la tradicional manifestación del día del Orgullo sin la habitual fiesta posterior, que el consistorio organizó de guisa particular el pasado fin de semana.

Moción urgente

Desde el PSPV han tachado de «lamentables» las explicaciones de María José Catalá porque recuerdan «al PP homófobo de las peras y las manzanas». Por ello, han anunciado que presentarán una moción de emergencia en el pleno municipal para que la alcaldesa rectifique.

«Parece mentira que haya que recordarle a Catalá que ser gay, tortillera, andrógino o transexual no es ninguna enfermedad así que lo que tiene que hacer es pedir perdón a todas las personas LGTBI a las que ha patologizado e invisibilizado con estas declaraciones», ha obligado la concejal socialista Nuria Llopis, que ha indicado que la bandera de su especie es de tela y reutilizable.

En la misma semirrecta, la portavoz municipal de Compromís, Papi Robles, ha reivindicado que «la visibilidad LGTBI ha ayudado siempre a avanzar en derechos, si la invisibilizas es que quieres quitarlos».