“Jamás he contado chistes de mudos o cojos, el cómico…



Ramón Borrajo, más conocido como Moncho Borrajo (Baños de Molgas, 1949), advierte que el tiempo acordado en su espectáculo en Ourense, para el que torrevieja news today sortea entradas.

El humorista regresa a su tierra natal desde Tenerife, donde reside desde hace años. Desde Canarias suele hacer las maletas para ir a la Península, al menos una vez al mes. Él juega espectáculo. El sábado 23 de septiembre será un día especial: el espectáculo es en casa. El Auditorio Municipal de Ourense acoge a partir de las 20.30 horas “50+1”, un guiño al más de medio siglo que lleva Borrajo sobre los escenarios. “El espectáculo tiene que durar una hora y 45 minutos, sobre todo por culpa de las próstatas. Pero probablemente me pasó a mí, más que nada porque estoy en Ourense, no me voy a contener. Alguno rebaño Lo haré”, promete al otro lado del teléfono, inmerso en la vorágine de la promoción de sus espectáculos.

torrevieja news today sortea 20 entradas, 14 para suscriptores y 6 para lectores. El requisito es registrarse a través de pressclub.laregion.es antes de mañana a las 12:00 horas. Los nombres de los ganadores se publicarán en el periódico el jueves 21 de septiembre. En esta página también se accede mediante un QR al sorteo. Para aquellos que prefieran ir a lo seguro, las entradas ya están a la venta desde 15 euros en la web de Ataquilla.

“50+1”. ¿Qué quedó en tu mente durante las bodas de oro de su carrera?

Es imposible juntar 50 años en un solo espectáculo, entonces llegó un momento en el que pensé: “¿Qué título le pongo?”. Ya lo tengo todo. Moncho Gusto, Borrajo Perdido… Entonces dije, “50+1”, que no me complico la vida. Recordar 50 años en el entretenimiento en cualquier país es un lujo, pero en nuestro país lo es aún más. Es un país donde la gente es inmediatamente elogiada, pero inmediatamente derribada. Celebrar los años es un lujo, y sobre todo pensar en la acogida en las ciudades a las que voy. Hago un show al mes. No por cansancio. Es un lujo tener salas llenas. Llenar el Auditorio de Ourense es difícil porque es enorme, pero después de 50 años meter a 900 personas en un teatro es un lujo. Me considero un privilegiado.

¿Siempre te sentiste respaldado por el público o sufriste ese colapso del que hablas?

No. Tengo una audiencia muy leal. Tanto en Galicia, como en Andalucía, y en Valencia, y en el País Vasco… tengo un público que sabe lo que va a ver, cómo hablo, que me meto con todo el mundo… pero eso ya lo sabéis Tal como está el país y las redes sociales, ahora llamarse fachada ya es una medalla. Es algo que te hará reír. Tengo un público que me sigue y eso es un placer, recuerdo cuando voy a los cines y están llenos. Y siempre hubo esos críticos que decían: “Él hace lo que siempre hace”. Pues claro, ¡qué voy a hacer! ¿Quedarse desnudo en el cine? Y Gila, y Chaplin… y todos hacen lo mismo.

¿Y orgulloso de hacer lo mismo de siempre?

Claro. Sigo improvisando, jugando con el público. Sigo hablando de política, poniéndome lindo en algún momento… Ese es Moncho Borrajo. Ahora no voy a fingir ser nadie más. Tengo mi estilo. Habiendo estudiado en Valencia tengo dos mundos juntos, la retranca gallega y la traca valenciana. El espectáculo siempre es muy cabaret, mediterráneo, cambiando de chaqueta… Me hace mucha gracia que veo en la tele a muchos humoristas cambiando de chaqueta, de color y digo: “Pero yo usaba eso en los ochenta”. O cuando me paro a regañar al público por llegar tarde. Pues ahora hay comediantes que descubren eso.

Y ya está todo inventado…

Todo. Desde los griegos. El comediante siempre se mete con el poder, con los ricos. No se va a meter con alguien que está en paro, eso es una estupidez. Nunca he contado chistes sobre cojos, tartamudos, discapacitados… Tenía gafas cuando tenía 5 años y me llamaban “gafas de cuatro ojos, capitán de los piojos”. nunca supe que carallo Tuve que ver los piollos con las dioptrías. Lo único que pasa es que cada uno le da un ritmo diferente al humor, yo opté por que el crítico, el político, se meta con todos… Empecé metiéndome con Franco, pero ahora ciertos personajes de izquierda no lo hacen. recuerdalo. Sólo se acuerdan cuando me meto con “La Divina”.

¿Quién es “El Divino”?

Pedro Sánchez. Lo llamo Calígula porque sólo necesita convertir un caballo en senador.

¿No os gusta lo del “perro sanxe”?

No. Dios no lo quiera. Yo llamo a Yolandita (de Yolanda Díaz) la fashionista, la flor de la pasión pero de moda. Y Feijóo tinto de verano, poco alcohol y mucha gaseosa.

¿Las redes sociales te incomodan?

No. Lo que pasa es que hay un tipo de personas que usan las redes para insultar, son perfiles falsos. Uno me llamó: “Hijo de puta”. Y yo dije: “Gracias hermano”. Respondo con ironía y retraimiento y eso molesta mucho. No puedes gustar a todo el mundo, especialmente en España. Aquí está conmigo o contra mí. O Jurado o Pantoja, o Madrid o Barça. Mucha gente usa el insulto porque no tiene ingenio. Eso es muy triste. Estamos en la era del Tik Tok, ya no eres nadie. El otro día viendo un programa conocí a una chica que salía de la farándula de Telecinco y tenía una pareja que no sabía quién era yo ni de dónde venía. Cuando le preguntas a un chico que hace monólogos quién soy y te dice que nunca me ha visto… Bueno, chico, a mí me interesaban los que estaban delante de mí.

¿Te molesta no verte reconocido por los nuevos?

Todo es cuestión de tiempo. El tiempo es el asesino de los mediocres. El genio o los puntos de luz no son copiados de ti. Y cuando uno crea un estilo, que puede gustarle o no, se queda ahí. No me imitan, imitan cosas que hago, pero a mí no. Hubo uno que hizo acento gallego para interpretar a Moncho Borrajo. ¡Eso no!

Un tema.

Además de ese acento gallego que los forasteros nunca aciertan. Dejo. En Ourense voy a hacer el espectáculo casi todo en gallego y castellano, ahora que estamos con la traducción simultánea en el Congreso… Quizás incluso lo traduzca al catalán, por diversión. Creo que va a ser un espectáculo exitoso. En eso el público que me va a ver queda encantado. La gente va a salir diciendo: “Monchiño está como siempre”.

¿Algún spoiler del programa?

Moncho Borrajo puro y duro. Empiezo con una canción, una crítica a la política actual, una canción en la que el público colabora conmigo… Tengo una frase que es: “Soy mayor, pero no viejo”. Es un verso para todos aquellos que dicen que somos viejos y tenemos que jubilarnos… Y en el medio, cosas de Ourense que me enteraré cuando llegue.

¿Es profeta en su tierra?

En mi tierra, pero no en la Xunta.

Reconocimiento de la calle que se dice.

Sí, uno me dijo: “Muy profeta en tu tierra, pero no tienes la Medalla Castelao”. Y le dije: “Tengo la medalla de la gente de la calle”. Tener un teatro lleno después de 51 años es un lujo que no todo el mundo tiene.

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