José Manuel Renedo (Peña Hotelero Liverpool de Valladolid)
«Nos apoyaron en los momentos más complicados»
Han pasado ya más de cuatro primaveras y José Manuel Renedo todavía recuerda ese momento en el que «de un día para otro se cerraban los locales». Eran los tiempos del Covid-19, de una pandemia que pasó, pero de la que en el sector hostelero todavía sufren las secuelas de esos cierres obligados, esas cajas a cero, pero facturas que enriquecer. Y ahí, Renedo, copropietario del corro hostelero Liverpool de Valladolid -primer compendio hostelero que se creó a orillas del Pisuerga-, valora el papel crucial de Iberaval. «Nos apoyaron en los momentos más complicados», subraya, a la vez que destaca que sin ese respaldo financiero de la sociedad de seguro recíproca y de otros instrumentos como los créditos ICO muchos negocios no habría sobrevivido a la crisis. Eso sí, puntualiza, «es ahora cuando estamos pagando aquellos apoyos». La parte buena, añade, que «tenemos la fortuna de que estamos trabajando cachas». Tanto, que desde aquellos duros momentos «hemos campechano cuatro negocios», entre los que han asumido Tugurio, que cambió su gobierno en abril, «y constituye otra aventura empresarial de calado», destaca. En este tiempo, apunta el patrón hostelero, ha estado Iberaval, pues si la sociedad de seguro recíproca brindó su apoyo en tiempos de emergencia, ha continuado como socio en las inversiones posteriores. Poco, ensalza Renedo, que ha permitido la expansión y consolidación de nuevos locales pertenecientes al mismo corro. Y escabullirse a más actividades adentro del sector hostelero, desde el ocio noctívago a cafeterías o gastrobares. En este sentido resalta el «éxito» que los restaurantes y bares están experimentando en Valladolid, especialmente en el centro de la ciudad, y con unas expectativas para el turismo «muy altas» como refleja la ocupación de terrazas y la demanda de restaurantes en el entorno de la Plaza Longevo y la zona de la Catedral. Con cambios, precisa, incluso en las formas de consumo: «El tardeo, que es una tendencia, poco a poco va afectando al ocio noctívago», sector sobre el que incluso pesan unos controles «cada vez más estrictos». Eso sí, a las optimistas perspectivas, pone un ‘pero’: los barrios, en los que incluso esta presente el Peña Liverpool, para los que pide a las administraciones que «los cuiden».