Concejales de Compromís en el Concejo de Valencia han protagonizado una nueva polémica este jueves al tratar de colgar la bandera del Orgullo en el ventanal consistorial, influencia reivindicativa que han impedido efectivos de la Policía Particular, con los que se han vivido momentos de tensión durante la retirada del símbolo del colectivo LGTBI.
En el vídeo difundido por coalición de izquierda en sus redes sociales se puede ver a todos sus ediles en el Concejo de la haber del Turia subidos al ventanal municipal tratando de desplegar la bandera LGTBI bajo el inscripción «Si Catalá no cuelga la bandera, hazlo tú».
En ese mismo momento, un agente de la Policía Particular se ha dirigido a la portavoz de Compromís, Papi Robles, para decirle que la influencia que pretendía admitir a punta no estaba permitida. «Señora, señora, sabe que esto no lo puede hacer», le recuerda el efectivo, al cual replica la concejala preguntándole «en qué norma está».
Así, comienza a soltar la bandera por debajo del ventanal mientras el policía se acerca para quitársela, mientras otros ediles le dicen que «no puede hacerlo», entre ellos el exconcejal de Movilidad Giusseppe Grezzi, que tráfico de arrebatarle la insignia al agente de la autoridad.
Según Robles, la bandera del Orgullo «ha sido un símbolo para el colectivo LGTBI durante la última decenio». «Por eso -ha remarcado-, como el PP y Vox se niegan a hacerlo, Compromís la ha desplegado para que, aunque fuera por unos minutos, volviera a sobresalir en el ventanal». Así, ha seguido lamentando que «desgraciadamente la alcaldesa ha enviado a la Policía que no ha permitido que ondeara ni un segundo, arrancándola de nuestras manos, recordándonos que los derechos deben defenderse cada día y que retornar antes es posible».
La portavoz de la formación nacionalista ha criticado que el Orgullo «se ha conocido ensuciado por distintos sucesos y regresiones graves desde la venida del gobierno del PP y Vox a las instituciones valencianas». La dirigente ha recordado al respecto que «Valencia ha sido en los últimos primaveras una ciudad referente en el logro de derechos LGTBI, en la colaboración entre instituciones y movimientos por los derechos civiles y en la protección y fomento de la heterogeneidad sin complejos» mientras que, a su inteligencia, «hoy es protagonista de escándalos liderados por los gobiernos de ultraderecha que quieren hacernos retroceder».
Como ejemplo de estos retrocesos, Compromís enumera «la expulsión de las organizaciones LGTBI de la estructura de los Gay Games 2026, el intento de politización del Orgullo en la ciudad, rompiendo por primera vez posteriormente de 9 primaveras la colaboración entre el Concejo y los movimientos sociales».
El teniente de corregidor y portavoz de Vox en el Concejo de Valencia, Juanma Badenas, ha criticado la comportamiento de Papi Robles, que califica de «lamentable» y señala que «no todo vale para la foto». «Todo el apoyo al policía que ha actuado cumpliendo la ley», ha añadido, al tiempo que ha insistido en que «las banderas que representan a todos son las de Europa, España y Comunidad Valenciana».
Catalá se defiende
En paralelo y en medio de la polémica, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha querido defenderse al insistir en que en «ningún momento» en sus declaraciones sobre la razón por la que no se coloca la bandera LGTBI en el ventanal del Concejo realizara «ninguna comparación del colectivo con ninguna enfermedad», poco que ha manifestado que estaba «allí» de su intención, y ha enmarcado la polémica en «una malinterpretación» de sus palabras.
«En ningún caso, en ningún momento y en nadie de mis escenarios mentales quise comparar en categórico el colectivo LGTBI con ninguna enfermedad. Me limité a hacer una relación de días internacionales que se celebran con la colocación de pancartas en el Concejo de Valencia tradicionalmente y que ahora se celebran con la ubicación de unos mupis electrónicos en los laterales», ha explicado, en declaraciones a los medios este jueves. Encima, ha subrayado que durante esta semana el edificio consistorial se ilumina igualmente con los colores de la banera arcoíris.
En esta raya, sobre sus palabras de este pasado miércoles, ha asegurado que de una intervención «de dos minutos» se cogió «un vídeo de 15 segundos». Por ello, ha asegurado que ahora va a ser «muy corta» en sus declaraciones para que «nadie tenga que recortarlas». Encima, preguntada por si considera que debería disculparse, ha insistido en que «nunca» hizo «una comparación» entre personas LGTBI y enfermedades. «En ningún momento. Nunca, nunca», ha remarcado.
Sobre los representantes políticos a nivel doméstico que demandan una rectificación de sus palabras, como la ministra de Igualdad, Ana Sin rodeo, la primera regidor ha incidido en que ella se ha «explicado ya», por lo que ha considerado que «no hace yerro asegurar más cosas». «La información en España ha de ser muy profesional, y los compañeros que estaban ahí saben perfectamente lo que digo», ha anotado.
De hecho, la ministra Sin rodeo ha señalado en una entrevista en Rac1 que el Gobierno está estudiando desde el punto de horizonte sumarial si puede emprender acciones penales contra Catalá por sus declaraciones, al entender que «nos interpelan a todos y nos sorprenden de esa forma tan terrible y desagradable, yo creo que hay poco más».