Llegó como una tabla de salvación para uno de los espacios más emblemáticos de la Universidad de Córdoba: la vieja escuela de Agrónomos y su torre cerrados. Logró hacerse con el anuencia de explotación que la institución sacó en 2019 para rentabilizar muchos metros cuadrados sin uso y tras algún intento infructuoso –el hospital que Prasa llegó a proyectar en 2014-. Cuarenta primaveras de uso a cambio de un canon de 7,7 millones en todo ese tiempo tras acaparar la explotación en 2020. Y, sobre todo, puso en el tapete educativo un campus de Formación Profesional (FP) con un horizonte de cinco mil alumnos y hasta 35 titulaciones diferentes. La inversión entonces, 20 millones de euros. El ‘longevo campus de FP de Europa’ llegó a comentarse entonces.
Sin confiscación, tras el comienzo de las primeras clases en septiembre de 2021 sobre un edificio de dos plantas y 16 aulas habilitadas (remozado), el resto de fases constructivas y educativas previstas no han ido cumpliendo etapas prácticamente hasta ahora. Las obras podían retomarse al contar con las pertinentes licencias de la Gobierno de Urbanística. Las dudas crecían en el seno de la Universidad y la búsqueda de socios se hacía ineludible para hacerlo viable. Hoy en día sigue funcionando ese inmueble de dos plantas como centro donde se imparten cursos de Emergencia y Protección Civil.
Finalmente las dudas parecen que se han despejado y los promotores de la Torre de Agrónomos como campus de FP han retomado las obras este mes en el característico y protegido edificio de la zona de Poniente Sur. Según informaron ayer mediante una nota, esperan que en los próximos dos primaveras funcione a pleno rendimiento con «una amplia gradación de cursos y certificaciones» que se suman a un cronograma de obras que pasa por rematar la primera escalón de la torre a principios de 2025 y a lo grande de ese año el resto de estancias previstas: nuevas aulas, talleres, un salón de actos, sala de exposiciones y exposición, aparcamiento, zonas comunes… Un total de 21.000 metros cuadrados siguiendo el plan flamante de Castelló Casa y con la constructora H. Terrats.
La inversión de 20 millones puyazo en 2019 casi se mantiene, si correctamente en la nota difundida ayer no se ofrecieron más detalles al respecto. E incluso se plantea iniciar entre 2025 y 2026 en el mismo edificio principal de la torre una residencia de estudiantes con capacidad para 250 alumnos y sobre una superficie de 6.750 metros cuadrados con servicios comunes. El plan aspira a ocasionar 250 empleos directos y un millar indirectos.
Pero la gran novedad de este nuevo impulso al que se dio en apetecer el longevo campus de FP de Europa está en la aparición de dos empresas importantes de Córdoba como futuros usuarios del parque educativo: Categoría Peña y Silbon. Y este es el otro gran objetivo que tienen ahora mismo los promotores para excluir el plan: «atraer empresas de primer nivel que pudieran impartir cursos de FP y que encajen con los servicios y característica del campus», explicaron ayer en su nota. Las firmas pondrían en manos de los gestores del campus esa falta a cambio de servicios de asesoramiento y captación de alumnos.
En este sentido, Peña ofrecería cursos de porción medio en técnico de electromecánica de vehículos, carrocería y de maquinaria o porción superior en automovilismo, encima de otros cursos para el mantenimiento de coches híbridos y eléctricos. En el caso de la marca cordobesa de moda, se trataría de formar a sus futuros empleados a partir del curso 2025/2026 con grados medios de actividades comerciales y grados superiores de comercio internacional, márketing y publicidad y trámite de ventas y espacios comerciales.
El equipo directivo sigue liderado por Marcos Antonio Franco (antiguo responsable de Fundación Albor) al que se ha sumado Álvaro Lovera (exvicepresidente de Banca de inversión de Deutsche Bank) y varios consultores técnicos de obra e inmobiliarios.