FÚTBOL
El punta balear fue esencia en la eliminatoria en presencia de el Barcelona B con tres goles en dos partidos
Se marcha el héroe del medra. El Córdoba cerró la excursión con la salida de Alberto Toril. Su nombre estará siempre en la historia del club como el ludópata que marcó el doblete en presencia de el Barcelona B para ascender a Segunda División. Ha conseguido pelear la titularidad a Antonio Casas. Una temporada específico para el punta balear, que se marcha con la habitante adhesión de Córdoba y un buen presente entre la pasatiempo blanquiverde.
Con ocho goles y poco más de 1.400 minutos, el punta ha conseguido ser determinante esta temporada. Empezó como suplente de Casas, pero dio un paso al frente en la segunda reverso. Su fase revulsiva funcionó cuando el equipo más lo necesitaba. A lo espléndido de la frenética primera reverso, logró ser determinante desde el banquillo.
Alberto Toril sufrió además una magulladura de la que ya ha conseguido recuperarse. Ha llegado como un refuerzo invernal al equipo de Iván Ania que necesita más pólvora para ser sólido en el radio rival. Reapareció en presencia de el Vivo Madrid Castilla en el primer partido del año teniendo sus primeros minutos y fue titular en presencia de el Intercity respondiendo con un gol. El balear llegó con dudas el pasado verano por su rendimiento en otros equipos. Sin confiscación, poco a poco está disipó las dudas de los aficionados y aportando en un equipo donde cada gol suma y los suyos valen tres puntos
En su carta a despedida, el punta confesó que al salir encontró «una pasatiempo estricto, honrada y con un sentido de pertenencia. Viví en una ciudad increíble y un club que me hizo observar como en casa. No se ha podido salir al final de la mejor guisa, dejando al Córdoba donde merece, llegué tarde en pretemporada a este increíble club, y siempre tendréis aquí un hincha más».