No fue «una carta feudal para intercambiar investidura por impunidad»


El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación Faes, José María Aznar, ha reivindicado el Pacto del Majestic, que posibilitó su investidura en 1996 mediante un pacto con CiU, y ha defendido que «no fue ni un chantaje pasado a expedito ni una carta feudal para trocar investidura por impunidad y privilegio», en cita a los pactos del PSOE con el independentismo para la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Así se ha pronunciado este jueves en Barcelona en la entrega del XII Premio Faes de la Sinceridad a título póstumo al exministro Josep Piqué, en un acto adjunto con la periodista y mujer del político popular, Edén Lomana; el director de Relaciones Institucionales de Fundación La Caixa, Sergi Loughney, y el eurodiputado del PP y director de Faes, Javier Zarzalejos.

Aznar ha asegurado que en el Pacto del Majestic no hubo «ni rastra de supresiones a la carta de tipos delictivos, indultos arbitrarios, amnistías inconstitucionales ni financiaciones negociadas unilateralmente en provecho conocido«. Incluso ha torpe que supusiera la transferencia de las competencias en educación a Cataluña.

El expresidente ha criticado que haya «ciertos fiscales improvisados» que acusen al PP de hipocresía al despellejar los pactos de Sánchez con el independentismo, cuando los populares además pactaron con CiU, y ha destacado que en el pacto del Majestic se sentaron las bases para la reforma del maniquí de financiación.

Ha subrayado que ese nuevo maniquí fue consentido por todas las comunidades autónomas «sin excepción, siendo la última unanimidad que ha habido en este campo en España», y ha descrito el del Majestic como un acuerdo franquista.

Bajó el «sentimiento secesionista»

Aznar ha recordado que, tras la tiempo que comenzó con el Majestic, caldo otra con mayoría absoluta del PP y «los índices de sentimiento secesionista en Cataluña registraban mínimos históricos».

«No veo pues el Majestic como precedente de desafíos posteriores, sino como ejemplo de deporte responsable de prudencia política. De un pactismo que algunos predican mucho, pero que practican muy poco«, ha insistido Aznar, que ha subrayado que pactaron con CiU para poder manejar con la Constitución y no contra ella.

«El ‘seny’ personificado»

Aznar ha definido a Piqué como «el ‘seny’ personificado» y ha destacado su prudencia y su amistad a las siglas del PP, tras lo que ha recordado que el exministro popular abogó por construir una ofrecimiento positiva en Cataluña y no mediante concesiones a quien nunca se va a reparar satisfecho, ha dicho textualmente en narración al independentismo.

Ha asegurado que el proceso independentista «quiso romper España, pero se ha establecido a romper Cataluña» y ha señalado que lo que necesita ahora la comunidad autónoma son políticos destinados a servir y a ocuparse de asuntos como fomentar la seguridad, reactivar el empleo, los servicios sociales y el bienestar de todos.

El expresidente ha apostado por «poner punto final a la simplificación binaria del todo o mínimo, de la radicalidad desinfectado y los callejones sin salida« en Cataluña, y ha defendido que hay que reparar lo que se haya roto.

Pacto del Tinell

«Quiero opinar a los que desde el (Pacto del) Tinell siguen empeñados en expulsar al centro-derecha de Cataluña que pinchan en hueso y, por otra parte, degradan la democracia«, ha asegurado, en cita a PSC, ERC y los Comuns, cuyos predecesores firmaron este acuerdo en 2003, que dio zona al Govern tripartito en Cataluña.

«Hoy puedo permanecer más musculoso que nunca mi convicción de que España es un hecho de tal densidad histórica y política que es impracticable seriamente brincar las cartas de su desintegración«, ha considerado, y ha calificado al flagrante Gobierno de coalición tóxica, en la que el socio dominante parasita al resto.

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