Padres y madres de Verín reclaman a la Consellería plazas de comedor



Un familia de padres y madres de alumnos denuncia que sus hijos, que el próximo curso inician la ESO en el instituto Castro de Baronceli de Queizás, en Verín, no tienen garantizada plaza en el comedor escolar, pese a ser este el centro de narración que les corresponde para matricularlos.

Estos progenitores tienen en popular que sus hijos provienen del C.E.I.P. Plurilingüe Raúl Fernández, en el concello de Castrelo do Val. Al igual que el resto de centros de los concellos de Monterrei, a excepción de los de Verín, este colegio tiene convenio con el Castro de Baronceli.

Sin secuestro, el derecho al comedor depende del ocasión de censo. La Consellería de Educación determina unas “áreas de influencia”, por lo que solo aquellas familias empradonadas en concellos que no sean Verín pueden optar preferencialmente al servicio de comedor.

En el caso de estas familias y sus hijos, pese a provenir de un centro adscrito al Castro de Baronceli, tienen su censo fijado en algún núcleo del Concello de Verín.

Desde el IES reconocen que no pueden hacer mínimo respecto a esta situación. La dirección del centro educativo afirma que no depende de ellos dar las plazas ni fijar los criterios, sino de Educación. Ellos se limitan a apuntar con cada matrícula el deseo de la comunidad de obtener plaza en el comedor. En el caso de que sobrasen plazas para quienes tienen derecho al servicio, estas nunca se han quedado sin asignar a familias interesadas.

Desde la Consellería, por su parte, afirman que “non se recortou ningunha praza. É máis, se houbera máis usuarios con dereito que prazas, tramitaríase unha ampliación, como xa se fixo este pasado curso”. Al hacer sólo narración a “usuarios con derecho”, el caso concreto de los padres y madres afectados queda en el corona.

Conciliación sencillo

Para las familias, el comedor es de imprescindible importancia para poder conciliar. No en vano, el alumnado sale todos los días a las 14,05 horas, “o que imposibilita ao meu home e a min ir a pola nosa filla ou estar na casa para o xantar”, comenta una de las madres.

Otro de los padres va más allá: “Fártanse de falar de conciliación, pero ao final mínimo. O luns teñen clase polas tardes, e 40 minutos son insuficientes para ir e retornar a casa”. Encima, al tratarse de niños de 12 abriles, “a súa comida a estas idades non é trivial”, apunta otro progenitor.

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