La bronca continúa entre los gobiernos central y los madrileños, tanto el regional como el municipal en la haber. Y cada convocatoria a la colaboración y el respeto institucional del delegado del Gobierno, Francisco Martín, es seguida con otras declaraciones que llaman al conflicto. Así ha vuelto a ocurrir este viernes, durante el acto en homenaje a la Policía Municipal madrileña que se celebra todos los primaveras en torno al Día de San Juan. El delegado se quejaba ayer jueves de que la invitación le había llegado tarde: a las 15.00 horas de ayer. No obstante, aseguró que iría como signo de afecto al cuerpo de Policía Municipal. Así lo ha hecho, pero no ha evitado divulgar un nuevo reticencia contra el corregidor popular, José Luis Martínez-Almeida, al que ha acentuado de «estar enredado en chiquilladas» en área de dar soluciones a los problemas de los madrileños.
Desde hace unos meses, se están produciendo choques entre ambas administraciones; el delegado del Gobierno ha instado a los ejecutivos de la haber y de la Comunidad a rajar con él una mesa para coordinarse a la hora de allanar ayudas y atención social a los colectivos más vulnerables. Tanto Martínez-Almeida como Díaz Ayuso se han torpe a convocar estas mesas, lo que ha enfadado visiblemente al delegado, que ha criticado esa ademán, que considera poco colaborativa.
Pero sus numerosas manifestaciones en este sentido han sido olímpicamente ignoradas por las autoridades regionales; la presidenta Díaz Ayuso ha llegado a señalar que lo que quería el delegado era «que le hicieran casito», poco que ella no estaba dispuesta a hacer.
Hoy, durante el acto de homenaje a la Policía Municipal, Francisco Martín ha acudido «como aspecto de deferencia y gratitud» en dirección a este cuerpo y para demostrar que continúan con su ademán de «mano tendida». Por eso, aunque la invitación para el acto le llegó muy tarde, retrasó en su dietario una convocatoria de la comisión autonómica de tráfico y seguridad viario para poder lograr a tiempo al evento del Comunidad madrileño.
Una vez finalizado el acto, ha explicado a los periodistas que estaba en el acto «como representante del Gobierno de España» y «para unirse a la Policía Municipal y darle las gracias» por su trabajo en una ciudad «cada vez más segura».
No obstante, ha entrado incluso a comentar lo sucedido con su invitación, para señalar que «ustedes han podido constatar en qué chiquilladas anda enredado todo un corregidor de Madrid». A renglón seguido, le ha reclamado «que recuperemos el respeto institucional y trabajamos conjuntamente para solucionar los problemas de los madrileños». En lo relativo a las buenas relaciones entre instituciones, ha añadido, hay «muchísimo ganancia de maniobra y alivio».
Por su parte, el corregidor José Luis Martínez-Almeida, ha evitado entrar al trapo de los comentarios del delegado: «No le dedico ya 15 segundos de deleite; está reclamando atención constantemente y lo que pretende es que hablemos de él. Pues mire, yo no voy a perder prácticamente ausencia en departir del delegado del Gobierno».
Martínez-Almeida se ha referido a la polémica sobre la invitación al acto y la hora a la que la recibió el delegado: critica que Martín diga que ésta debe ser enviada «a determinada hora», y luego «si no está en el estrado, en el área que él cree que tiene que estar, se enfada incluso. Es que está enfadado constantemente». En su opinión, lo que quiere el delegado es «ser candidato del PSOE a la Comunidad o al Comunidad de Madrid en el interior de tres primaveras y ya ha iniciado su carrera electoral».