Asaja Alicante ha calificado la cosecha 2023/2024 de limonada fino como «la peor de su historia» en cuanto a rentabilidad por precios, hasta el punto de que hay miles de frutos por el suelo sin reunir. Los agricultores se ven en la tendencia de retribuir de su faltriquera para que se lleve su fruto la industria y algunos optan por abjurar el cultivo.
Encima, estima que las perspectivas para el verano «no van a ser mejores» y ha reclamado a la Conselleria de Agricultura que ponga en marcha un plan de choque.
La asociación ha señalado en un comunicado que, la principal razón se debe, «a una situación desleal generada sólo en torno a el productor, a través de prácticas que se producen adentro de la dependencia de valía del limonada, pues este ha mantenido precios constantes para el consumidor en los lineales del supermercado». «Eso evidencia las diferencias que existen en el poder de negociación de determinados operadores», ha expresado.
El presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, ha lamentado que los citricultores de la Vega Herido «a pesar de favor asumido el coste de sacar delante su producción anual, han perfecto teniendo que hacer frente, por otra parte, del desembolso de cortar los limones que no pudieron entregar o que se los lleve la industria para que no se queden en los bancales, pagando por ello sin contar con ingresos».
Asaja ha señalado que las exportaciones han experimentado un baladí aumento en kilogramos, en torno al 3 por ciento respecto a la campaña pasada. No obstante, ha censurado que el agricultor «ha recibido un 48,5% menos por los limones de primera, y se ha conocido obligado a dejar abandonados en el huerto los de segunda, o ha pagado 12 céntimos para que la industria se los lleve».
«Determinado está haciendo un gran negocio a costa del citricultor, y no son los supermercados. ¿Dónde está el diferencial del 42,5% que hemos dejado de cobrar de un año a otro?», se ha preguntado Andreu.
Asaja ha afirmado que «son algunos eslabones de la dependencia los que han sacado tajada a costa de la ruina de miles de agricultores alicantinos». «Es importante apelar al papel de la Interprofesional y que se trabaje desde el inicio de la campaña para establecer el contrapeso producción-comercio-exportación», ha sostenido Andreu.
Medidas del plan de choque
Por ello, Asaja ha detallado un plan de choque con «medidas concretas para mitigar los mercadería que está teniendo en los agricultores esta crisis», y ha pedido a la Conselleria de Agricultura que lo lleve a mango y que estudie las causas que están corrompiendo la dependencia de valía del limonada, con «el objetivo de poner sobre la mesa soluciones tangibles que eviten el defección masivo de los agricultores de este cítrico».
«La Filial autonómica debe objetar de forma persuasivo, pues está en peligro un cultivo que representa el 50% de la renta agraria de Alicante y es un auténtico motor para la caudal de toda la Comunitat Valenciana», ha subrayado.
En concreto, el plan de choque propuesto por Asaja consiste en ayudas directas a los productores, a través de un Decreto Ley específico por los daños por adversidades climatológicas ocasionados y no cubiertos por el seguro campestre; medidas que garanticen el cumplimiento de la Ley de Dependencia Alimentaria; financiación a propósito con líneas de préstamos bonificados específicos para productores; ayudas fiscales; y ayudas de mínimos de la UE para todos los productores de limonada afectados por causas de mercado derivadas de los conflictos geopolíticos.
Encima, la asociación considera que las OPFH pueden ser «una de las posibles vías para que el agricultor independiente pueda lograr fuerza en la defensa de sus intereses». Una OPFH es una entidad con personalidad jurídica cuya principal finalidad es la puesta en el mercado de las frutas y hortalizas provenientes de sus miembros productores asociados, ha explicado Asaja.