Un joven denuncia a la Policía por una agresión en plena celebración del Córdoba CF en Tendillas


Un pipiolo ha denunciado a varios agentes de la Policía Franquista acusados de lesionarle en la celebración del Córdoba Club de Fútbol con el promoción a la Segunda División del fútbol gachupin en la tinieblas del lunes 24 de junio, cuando estaba con varios amigos en la Plaza de las Tendillas de la haber cordobesa. Dicha denuncia se une a la de otro pipiolo, quien resultó detenido tras ser supuestamente molido por agentes en la tinieblas previo, calibrado a posteriori del partido, y a otra de un amigo del pipiolo que interpone ahora y prevé presentar en próximos días, según relata la tribu del afectado.

En concreto, en la denuncia al Judicatura de Guardián se recoge que sobre las 0.30 horas del ya día 25 de junio, «la Policía Franquista, sin avisar y sin mediar palabra alguna, comenzó a cargar contra los celebrantes, disparando ‘bolas de liga’« y «atacando a la familia con las ‘porras de liga’», todo ello «sin mediar siquiera el más leve aviso de desalojo», asegura.

En este sentido, el pipiolo relata que su orden de amigos y él estaban a la mérito de un establecimiento al principio de la calle Cruz Conde, «y al ver el monumental lío que se formó con la función policial, nos fuimos de allí relativamente rápido, ya que estábamos próximos a la calle Morería«.

De este modo, se volvieron a reunir varios del orden, minutos a posteriori, en el Arteria de Gran Capitán. «Allí, se encontraban numerosas personas, la mayoría sentadas en los espacios destinados al objeto», precisando que sus amigos y él estaban «a la mérito de la Delegación de Hacienda en Córdoba«, todos »sentados, conversando sobre los hechos acontecidos minutos antiguamente«.

Al respecto, sobre las 1,10 horas un amigo y él decidieron marcharse a casa, y calibrado cuando se levantaron aparecieron «varios furgones de la Policía, aunque habían donado varias vueltas por la zona previamente, de los que se bajaron varios agentes con ‘porras’, y sin mediar palabra alguna», supuestamente se dirigieron corriendo cerca de donde estaban ellos «con una comportamiento claramente hostil». «Lógicamente, el susto fue tremendo y el instinto nos hizo abrir a pasar cerca de la calle más próxima, concretamente cerca de la calle Góngora, por el adyacente de la referida Delegación de Hacienda«, según se indica.

Ayuda de un amigo

Así, el pipiolo explica que al inicio de la referida calle tropezó, «fruto del nerviosismo», y cayó al suelo, y «en ese momento, tres agentes de la Policía me dieron valor, y comenzaron a darme con la ‘porra de liga’ donde pillaron«, según su relato, que añade que consiguió levantarse y comenzó »a pasar de nuevo, pero unos pasos a posteriori volvieron a alcanzarme, propinándome una paliza con la porra«.

«La paliza cesó cuando uno de mis amigos que corría conmigo, al ver lo que estaba pasando, se volvió cerca de los policías para intentar que dejaran de pegarme», mantiene el pipiolo en su denuncia, para precisar que «en ese momento, los agentes cesaron y se dieron la dorso, dejándome maltrecho«.

Gracias a su amigo, llegó a casa, al tiempo que subraya que «la función de los agentes fue en todo momento ataque, nunca defensiva», a posteriori de que «sin mediar la más mínima palabra, esos agentes vinieron a pegarnos con las porras». «No vinieron ni a disolver una manifestación ni a detener a nadie; vinieron a pegarnos», remarca el pipiolo en la denuncia, y cree que el motivo es que él concretamente llevaba una pasamontañas del Córdoba CF en la muñeca.

Acto seguido se dirigió a su casa, donde llegó cinco minutos más tarde «en un lamentable estado», momento en el que su hermano viejo al verle, avisó a sus padres, y a continuación le llevaron en coche a Urgencias de un hospital de la haber, donde le atendieron de las lesiones que presentaba en la mano izquierda con fractura no desplazada de dos dedos, en la espalda, en la cadera y en la rodilla derecha.

Igualmente, se aporta un vídeo que circula por las redes sociales «donde se capta precisamente el momento donde comenzamos a pasar en presencia de el ataque de los agentes de la Policía», a lo que añade que «en el vídeo que se adjunta se observa como otros agentes persiguen a otro pequeño a quien además le han propinado una enorme paliza«.

En definitiva, el pipiolo considera que los hechos descritos anteriormente suponen «un atentado enfermo y completamente injustificado» cerca de su persona, «siendo la función de los tres policías claramente incardinable en los delitos de tortura, en su modalidad de atentado enfermo a la integridad honrado, previsto y penado en el artículo 174 del Código Penal y de un delito de lesiones, previsto y penado en los artículos 147 y 148.1o«, como »así viene recogido, entre otras, en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, 181/2023, de 15 de marzo. Medio 3337/2021«.

Frente a ello, suplica al Judicatura que tenga por presentada esta denuncia y los documentos adjuntos, y que «acuerde lo necesario para el esclarecimiento de los hechos y para la depuración de las responsabilidades penales y civiles», a la vez que considera «especialmente importante el visionado de las cámaras de seguridad de los establecimientos que se encuentran en el Arteria de Gran Capitán«, por lo que interesa que »con carácter de necesidad –antes de que se puedan borrar las referidas grabaciones– se requiera a distintos establecimientos que aporten al Judicatura las grabaciones realizadas«, entre las 0,30 horas del día 24 de junio hasta las 1,45 del día 25.

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