«La última es la primera»


Todo en Valencia apuntaba este sábado con destino a el mismo motivo. A la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde decenas de miles de personas esperaban atentas a una única persona que desafiaba con provocar un sonoro terremoto en el festival Bigsound. La parroquia ansiaba el regreso de Quevedo y el intérprete canario, hercúleo y renovado, no defraudó; al contrario, rememoró el éxtasis que es capaz de suscitar entre sus fans y dejó abierta la puerta para seguir sobre los escenarios.

El rapero que dejó de ser Pedro para convertirse en Quevedo actuó por primera vez en directo frente a su sabido en todo 2024, luego de que en enero anunciara un retiro temporal bajo el sencillo ‘La última’, en el que reflexionaba sobre la obligación de hacer reset y memorar el dónde, el cuándo y el cómo se enamoró la música.

La ilusión por Quevedo marcó el resto de actuaciones previas, tanto la de Álvaro de Reflejo como el de una solvente Ana Mena que se enfundó la camiseta del festival y pidió celebrar el cumple de Marta. Las camisetas de la Unión Deportiva Las Palmas con el 10 se congregaban en la parte aledaña al ‘mainstaige’ y algunos pequeños sobre los hombros de sus padres portaban carteles hechos a mano en honor del creador del ‘Quédate’.

Llegaron las 22.45 horas y como un temporalizador suizo se subió al proscenio próximo a su equipo de bailable proponiendo una extraña e impactante performance: todos vestidos de desafortunado, con plumífero y cofia, pese a que la incertidumbre en la haber del Turia se vivía por encima de los 30 grados. Así, aparecieron encadenados en una presentación oscura que duró unos 15 minutos hasta el primer cambio de look.

Ahí fue cuando todos los móviles apuntaban con destino a Quevedo y se escuchaba entre el murmullo: «Qué cachas se ha puesto». Y es cierto, estos seis meses de hibernación le han servido al vencedor de un premio Grammy Latino para ponerse en forma y mostrar un cambio físico imponente. Incluso algunos bromeaban con que les pasara su rutina de campo.

Más allá de su comentado aspecto, transcurrieron las canciones y los bailarines se colocaron detrás del intérprete a modo de fiesta con vasos en mano, entre los que por otra parte además se colaron algunos de sus amigos; eso sí, todos con el look de la gorra-cofia y sin más coreografía que los típicos pasos cuando uno se va de fiesta.

Pero vaya fiesta, los éxitos fueron uno detrás de otro hasta alcanzar la catarsis con ‘La playa del inglés’, momento final en el que la ordenamiento de Bigsound hizo seña de su valencianía y aportó el toque fallero al evento con un espectacular castillo de fuegos artificiales que sirvió para coronar la diligencia más esperada del festival. La única queja, que Quevedo ni se quedó ni cantó ‘Quédate’, pero los fans lo vieron marchar satisfechos y con la sensación de favor trillado un concierto único.

Una hora luego, el veterano festival de música urbana de Valencia cerró su cuarta tirada con Myke Towers, quien deleitó a los presentes con temas como ‘Lala’, ‘La jeepeta’ o ‘Mi pupila’. Ahora, ya está todo sagaz para Bigsound 2025, tanto es así que las primeras entradas ya se podrán apoderarse a partir de este lunes 1 de julio.

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