En cualquier convenio hay una clausula que supuestamente viga a los propietarios para poder recuperar su casa inmediatamente si la tienen alquilada: que el propietario necesite la casa para existir en ella. Esto es lo que el pasó a Itziar hace dos primaveras, se separó y comunicó a sus inquilinos que necesitaría la casa para existir allí con sus tres hijos. La sorpresa fue que no se cumplió lo que marca la ley y lo que ponía en el convenio. Los inquilinos se convirtieron en okupas, se negaron a irse de la vivienda y dejaron de enriquecer el arrendamiento.
Sin casa y sin arrendamiento
Desde entonces comenzó el averno para Itziar y su tribu. Los “inquiokupas” siguen en el interior de su casa en Alcobendas y ella ha tenido que irse a existir con sus tres hijos a casa de sus padres y arrendar un trastero para meter sus pertenencias tras la separación. Desde los servicios sociales del Cabildo de Alcobendas en Madrid le dicen nos cuenta Itziar “que no tienen posibles para meter a esta tribu de okupas” y les han patente vulnerables al tener hijos menores. Itziar se queja de que el problema de la dependencia lo está solucionando ella que está igualmente en una situación complicada.
Sin casa, sin admitir el arrendamiento, pagando un trastero y un abogado para conseguir recuperar su casa. Las facturas se acumulan y sólo en arrendamiento los “inquiokupas” le deben a Itziar 21.000 euros. Un efectivo que quizá no recupere nunca. Itziar alquiló su vivienda a una tribu con ingresos, los padres eran autónomos y ahora uno y otro declaran que no tienen ingresos.
Denunciada por contar su caso
Esta historia se dilata en el tiempo e Itziar lleva dos primaveras esperando a que la jurisprudencia decida poner momento al dispersión para poder recuperar la única casa que tiene. A estas staff está en tratamiento psicológico y pastillas porque está desesperada. Lo que no se esperaba es que fueran los propios okupas los que la denunciaran por “acoso y hostigamiento” tras decidirse a dar a conocer su situación en los medios de comunicación. El okupa ha presentado una denuncia acusándola a ella de ser la responsable “de provocarle una depresión por sentirse amenazado”. Es asegura Itziar una sensación de impotencia y desamparo que no se entiende y se pregunta ¿Cómo la jurisprudencia puede proteger a quien le ha robado su casa mientras ella está en al calle con sus hijos?
